Varios y prestigiosos estudios científicos determinan que, comer productos de origen vegetal en mayor proporción que los de origen animal, tiene 3 principales beneficios:
1. Ayuda a mantener una mejor salud cardíaca.
2. Reduce el riesgo a sufrir accidentes cerebro-vasculares.
3. Disminuye el impacto ambiental causado por el hombre.
En cuanto a salud, las dietas basadas en verduras y frutas, aportan claros beneficios a la salud de nuestro corazón y también a la oxigenación de nuestro cerebro.
En cuanto al medio ambiente, y tras un análisis exhaustivo, podemos también afirmar que el coste ambiental de la producción de la carne es mucho más elevado que el de los vegetales; la producción masiva de carne desmejora las condiciones del planeta Tierra a gran escala.
En definitiva, este pequeño cambio se convierte en el primer paso para desarrollar un consumo alimenticio sostenible.