Por Rosa Francés Cardona (Izha).- ¿Cuándo te pregunto qué es para ti una hechicera, cómo la imaginas?
La mayoría piensa seguramente en una bruja, una anciana fea, vestida de negro, el pelo canoso y deshecho e incluso tal vez le coloque una verruga peluda en la nariz.
Tradicionalmente (Disney ha hecho mucho daño en ese aspecto, igual que los cuentos populares), imaginamos a la reencarnación del mal, haciendo pócimas, pociones mágicas, encantamientos…
Sin embargo la hechicera que conocemos por la literatura, portadora de desgracias y envidiosa… poco o nada tiene que ver con las primeras hechiceras que poblaron la tierra; es más siquiera son brujas; las hechiceras primigenias están cercanas a la divinidad, cuidan y respetan la naturaleza, son parte de la madre tierra y tienen grandes conocimientos de las hierbas, costumbres de los animales y del tiempo; conocimiento que usan para aconsejar, orientar y hacer magia.
No es hasta mucho después cuando se las peyorativiza, presentándolas como seres oscuros, malvados y terribles; son las religiones y el patriarcado quienes se encargan de crear monstruos y de perseguirlas hasta la muerte:
-“Matan niños, beben su sangre, se convierten en gatos negros, vuelan por la noche en una escoba… “
Así pues, crearon a la: bruja.
Si te fijas bien en la literatura aparecen brujas y brujos y sin embargo no es lo mismo.
¿Qué te recuerda a ti un brujo?
Tal vez una figura entrañable como el mago Merlín, alguien mayor, generalmente con pelo blanco, sabio y buena persona.
Casi lo opuesto a la bruja.
Así pues es hora de desenterrar la hechicera que todas tenemos dentro; sin miedos, sin reservas; solo escuchando a nuestro ser interior.
Nuestra hechicera interna, es esa “vocecita” que resuena en nuestra cabeza y que pocas veces escuchamos; puedes llamarle intuición, instinto, clarividencia… como gustes, como más cómoda te sientas; pero te aseguro que esa hechicera habita en ti; no hace falta que hagas pócimas, que leas las cartas, que tengas visiones…no. Lo que te aseguro que si tienes intuición, instinto femenino… y si le escuchas te llevará por buen camino.
Incluso las historias cambian y en los últimos tiempos tenemos películas donde los monstruos son buenos, los príncipes vacios sin alma, las brujas ya son hechiceras hermosas y compasivas. Así pues:
¿Te atreves a abrazar a tu hechicera y dejarla fluir?
Afirmación para aceptar y abrazar a nuestra hechicera interna:
Soy un ser creativo y luminoso, me amo y acepto.
Rosa Francés Cardona (Izha)