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Aceptación y plenitud emocional

Por Susana Merino Lorente.- Mi felicidad crece de forma directamente proporcional a mi aceptación, e inversamente proporcional a mis expectativas (Michael J. Fox)

Obviamente, la aceptación y plenitud emocional no surge de la nada; requiere trabajo, esfuerzo, buenas intenciones y la voluntad de mirarnos a nosotros mismos. La plenitud emocional implica tener nuestros pensamientos  en orden así como nuestras emociones . Te presento siete factores que las personas emocionalmente plenas tienen en común:

 1. Saben cómo despedirse.
Las personas solemos tener miedo a los cambios, a empezar una nueva etapa. Es natural que tengamos una sensación de inseguridad y miedo e incluso dolor ante las pérdidas, pero el estar preparado para atravesar todas las etapas y desde esta actitud,  facilitará llegar a la meta de la aceptación.  El primer paso es querer el cambio y el segundo estar dispuesto a dar el primer paso. Los cambios son necesarios, y todo empieza por observar nuestros pensamientos y emociones, con ello elegir cuales nutrir. El mapa mental posee muchas dimensiones, solemos elegir una,  pero si la mantenemos nuestra mente abierta posibilitará que tengamos acceso a un gran abanico de posibilidades y desde alli podremos elegir y nutrir el que más nos beneficie y nos permita evolucionar.
Pensar en el pasado en lugar  del presente daña nuestra alma. Nos impide liberarnos, desapegarnos y crecer. Y nos sumerge en el temor, en un abismo del que desosiego que nos impeidrá  salir.

Las personas emocionalmente plenas saben que la vida es mucho mejor si se vive libremente, reparando  nuestras heridas emocionales y avanzando desde el presente.

2. Pueden mirar sin sufrimiento  hacia su pasado emocional.

El sufrimiento es  un dolor arcaico de nuestro pasado. El dolor es inevitable y necesario para evolucionar en nuestro trayecto emocional pero el sufrimiento es una elección. . Martín Lutero dijo una vez: «no puedo evitar que la aves vuelen sobre mi cabeza, pero sí puedo evitar que hagan nido en mi cabeza».

Las personas emocionalmente plenas  conocen la importante que es el vivir en el presente, continuar y aceptar lo que ocurrió.

Cuando aprendemos de nuestro dolor, avanzamos y crecemos.

3 .Son  conscientes de sus pensamientos y sentimientos

Las personas emocionalmente plenas son conscientes de los pensamientos y sentimientos tanto personales como externos, se centran desde el presente en soluciones realistas, desde el cuidado, respeto, amor y  paz interior.

Esta mentalidad les permiten resolver los problemas de la vida diaria  de forma efectiva, son más resilientees, saben que se pueden y van a caer, pero saben que se van a levantar y convertirse en personas icluso más fuertes y resolutivos desde el aprendizaje. Saben que saldrán de la tormenta,  pero cambiados. Ellos determinan que cambios constructivos que no destructivos seguiran formando parte de ellos mismos.

4. Dejan de quejarse

Desplazan  esa fuerza energía  de la queja a la búsqueda de  la mejor manera de empezar el cambio o aceptación.

La queja puede arrojarnos a cuartos oscuros sin salida. Somos gran parte lo que pensamos y las personas emocionalmente plenas lo saben. Saben que si toman un camino y no da los resultados esperados puede que no sea el acertado en ese momento con lo cual tomarán la decisión de salir de esa zona de confort y desde la humildad que se merece rectificar y tomar ese otro camino que le proporcionará resultados diferentes y probablemente más satisfactorios.
5. Pueden empatizar sin permitir que les afecten las emociones de los demás

Ellos tienen la confianza de saber  dirigir  y controlar sus emociones. Son fieles a sus actos y  este les permite mantener un entendimiento más activo con sus propias emociones y con la de los demás. Desde el autoconocimiento y aceptación son más tolerantes y optimizará la relación consigo mismo adí como con los demás. Las relaciones son la clave para el equilibiro emocional, la calidad de tus relaciones son lo que hace posible que la vida sea más plena, empiezando con uno mismo.

6. No se culpan por fallar

Los errores son la mejor forma de aprender. Fallar nos permite ser tolerantes y saber corregir o  reconocer que otro camino necesitamos continuar. Las personas maduras aceptan los errores, es una forma de innovar.

Además, las personas emocionalmente plenas no se culpan por sus límites, pero sí desde el entiendimiento  los mejora si es posible y refuerza esos recursos más fuertes compensando dicho hándicap; más bien, los aceptan y trabajan para mejorar. No insisten en que las cosas siempre vayan bien, los sucesos desfavorables y adversos forman parte de la vida, necesitan ser enfrentadas y solucionadas,  cada revés puede ser una buena oportunidad para crecer. Reconocer que no evitar o tapar  las emociones negativas que sentimos constituye descanso para la mente.

7. Apertura emocionalmente.

Mantener la barrera emocional sólo dificulta nuestro trayecto. Por ese motivo, es muy importante abandonar el miedo al compromiso y a través del amor, y confianza en nosotros mismos indentificaremos y gestionaremos mejor las dificultades y viviermos de forma más plenas los grandes resultados.

 

 El miedo es natural, es un mecanismo de defensa que tiene el cerebro para enfrentarse a situaciones amenazantes, pero lo importante es no permitir que nos paralice. Es como la decisión de tirarte en paracaidas, el primer paso es crucial, una vez que estás ya en el avión a punto de dar el salto, la primera vez casi siempre imploran al instructor de dejarlo y tirar la toalla, pero el instructor no suele «escuchar» y el da ese empujón para que salte, una vez dado el salto el instructor esa primera vez lo acompaña hasta su objetivo de forma segura, pisar tierra.
La plenitud emocional  permite tomar las riendas de la vida desde las decisiones más constructivas,  desarrollar su propia visión del mundo y esforzarse por alcanzar los objetivos más satisfactorios. Una vez que cultivas la plenitud emocional, se convierte en el impulso que le dará significado a tu vida de forma , lo haces tuyo. Y con ello estarás preparado para compartirlo y ser acompañado  así como acompañar en este trayecto.
 
La clave es estar abierto a soluciones y no a expectativas cerradas, la vida es muy paradójica tras la tormenta siempre aparece el sol, sólo hay que estar abierto a esta nueva luz que está por llegar, puede que diferente a las expectativas pero probablemente las superará y desde esta plenitud emocional se vivirá de forma más intensa y plena desde la gratitud.
 
Y recuerda, ¡Tú eres el creador de tu mente!
 

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