Aunque de cara a nuestra salud, lo indicado es NO beber, en estas fechas de celebraciones, muy probablemente terminemos experimentando la resaca.
Para mitigar su intensidad o acelerar su desaparición, entre otras cosas, podemos aprovechar las propiedades de ciertos alimentos para aliviar los síntomas digestivos.
El agua ayuda con la deshidratación que provoca el consumo excesivo de alcohol. Las soluciones con electrolitos y sales minerales, como las bebidas isotónicas o el suero, pueden cumplir una función parecida.
Las sopas y caldos rehidratan y aportan nutrientes como proteínas, sodio o potasio.
El plátano es rico en potasio, que se pierde en grandes cantidades cuando nos excedemos con el alcohol.
Los huevos, sobre todo cocidos o pasados por agua, son una buena fuente de nutrientes y contienen proteínas simples que son suaves para el estómago, algo fundamental para ayudar con las náuseas y el malestar digestivo.
El alcohol disminuye considerablemente nuestros niveles de las vitaminas B6 y B12, por lo que algunos alimentos ricos en estos micronutrientes, como el salmón, pueden ayudar a la recuperación del balance de nuestro cuerpo.