Aunque el plástico está presente en casi todos los espacios que ocupamos, no es indispensable.
Cada año, se lanzan más de 13 millones de toneladas de plástico al mar.
Tras un reciente estudio realizado por Greenpeace junto con universidades y centros especializados en Biodiversidad, podemos confirmar que, de cada 755 peces examinados, el 20% presenta restos de plástico en sus estómagos.
Por si fuera poco con el impacto que esto tiene en la supervivencia de los animales, es importante recordar que también existe un riesgo potencial para la salud humana por dos principales razones:
1- Estamos consumiendo agua “potable” que contiene fibras de plástico.
2- Aún muchos humanos incluyen la ingesta de pescado en su dieta y, por lo tanto, también ingieren parte del plástico que estos comieron previamente.
Indiscutiblemente, necesitamos reducir nuestro consumo de plásticos de un solo uso.
Podríamos hacerlo fomentando el siguiente tipo de acciones:
– Usar botellas de vidrio o aluminio.
– Utilizar bolsas de tela para nuestras compras en supermercados.
– Reducir también el consumo de plásticos en envases como el shampoo o jabón líquido. Cada día existen más opciones de estos productos en barra y sin empaquetar que, además, suelen ser “eco” y favorables para nuestro cuerpo.
– En caso de utilizar de necesitar vajilla desechable (en un picnic, por ejemplo), podemos decantarnos por la biodegradable.
El cambio es necesario y empieza en cada uno de nosotros.