En 2015 y, tras el cierre de un zoológico en Almuñecar (España), el ayuntamiento de la localidad pidió ayuda para reubicar a los animales a un entorno favorable para ellos. El zoo fue considerado como ilegal, por la ausencia de los permisos necesarios y por el mal estado de sus animales. La FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) decidió hacerse cargo y encontró un nuevo hogar para el 80% de las especies.
El traslado se retrasó tanto, debido a la falta de respuesta del Ayuntamiento y sus técnicos que, a día de hoy, siguen quedando allí animales en un estado de abandono deplorable. Al menos un oso, dos arruís, dos ñandús, una cabra pirenaica, un Orix Cimitarra, una familia de cabras y un tigre, continúan encerrados en la instalación en unas condiciones lamentables.
Tanto la asociación protectora como ecologistas, activistas y biólogos de la zona, vuelven a denunciar públicamente esta situación, pidiendo al Ayuntamiento de Almuñecar que, por una vez, den prioridad al bienestar de estos seres vivos. Se exigen responsabilidades y explicaciones del porqué de su desidia, así como información sobre el cuidado y los recursos que se están destinando al mantenimiento y atención de estos animales.