La provincia de Tierra del Fuego dice no a la salmonicultura (siembra y cosecha intensiva de salmones bajo condiciones controladas para fines comerciales, engordando a los salmones en “jaulas flotantes”).
De esta forma, Argentina se convierte en el primer país del mundo en prohibir oficialmente este tipo de práctica que arrasa con el ambiente marino y su biodiversidad.
La legislatura se ha aprobado por unanimidad y destaca la importancia que tiene para la comunidad fueguina la protección y conservación de sus recursos naturales.
“Esta ley es un ejemplo del cuidado de un modelo económico y productivo sostenible, que respeta tradiciones culturales y prácticas artesanales que generan puestos de trabajo genuinos” o “Hay un hilo conductor ético que une a los más jóvenes sin fronteras. Nos están enseñando que tienen ambiciones muy diferentes a las nuestras: para ellos, lo más importante es el planeta. Obcecados y fuertes, paso a paso cambiarán el rumbo de destrucción” son algunos de los alegatos que se han hecho al respecto.
Se espera que la iniciativa sea copiada por Chile; país vecino que también lucha por el fin definitivo de la industria salmonera.
La crianza de salmon en jaulas, rompe el ciclo biológico de su reproducción natural a contracorriente, por lo tanto es antinatural ademas de lesionar las tradiciones relativas a una actividad humana milenaria.