Arrugas de satisfacción

Por Isabel María Campillos Pérez.- Puedes tener arrugas de sufrimiento o de satisfacción.

Si eliges el sufrimiento vivirás esforzándote por vivir una vida que no es para ti, y tu cuerpo se resentirá.

Si eliges la satisfacción vivirás simplemente, sin necesidad de forzar nada.
Dejando acomodar cada cosa, lugar o persona, permitiendo la evolución permanente del conjunto viviente.
Igualmente, tu cuerpo lo sentirá y se hará más resistente.

¿Por qué?

Porque no tiene que trabajar incómodamente.

Si tus pensamientos, sentimientos y comportamientos van en la dirección que se acopla a tu Ser real, entonces dejas de alimentar a la máscara de lo que no eres en realidad.

Si hay congruencia en ti, habrá orden en tu vida.
Si hay estabilidad en tu mente, habrá equilibrio en tu organismo.

Las arrugas de sufrimiento vienen de la no aceptación de lo que es, y en ese sendero de prepotencia, no se puede percibir lo que la vida nos quiere decir.

Cada acontecimiento tiene un aprendizaje encubierto que es personificado para ti.

Muchas veces podemos cambiar nuestro destino, pero no podremos escapar de la lección que venimos a aprender y a trascender.

Las arrugas de satisfacción vienen de la rendición ante lo que somos, fluyendo con lo que es, sin repudiarlo.

Bendiciendo cada matiz pues te ha traído al presente, regalándote la oportunidad de evolucionar y seguir creciendo.

El sufrimiento viene de no aceptar que es posible vivir desde lo que somos, rechazando esa parte tan genuina que enciende nuestro latido.

Es posible aceptar el mundo y amar a cada persona. Sin embargo, primero has de aprender a amarte a ti mismo con todo incluido.

No has venido a este mundo a ser como tu quieres sino como lo que eres.

Las arrugas nos indican que estamos vivos, que nuestro cuerpo está manteniendo la homeostasis para que sigamos latiendo.

Es nuestra elección decidir si lo hacemos desde el sufrimiento o desde la satisfacción.

Cuando una persona sufre, está quedando marcada.
Cuando una persona ama, está quedando marcada.
Cuando una persona está satisfecha con su vida, está quedando marcada.

Los aprendizajes en la vida son marcas de amor, si has vivido estarás marcado por la vida y sus enseñanzas.

Pero hay un punto en la vida en el que uno debe decidir si vivir marcado con arrugas de sufrimiento o de satisfacción.

Rendirse ante lo que se es no es resignarse sino amarse a uno mismo.

Para completar la siguiente misión evolutiva tendrás que seguir marcandote con actos de amor, desde la satisfacción y la quietud constante.

Pero si te estancas en una lección en concreto, seguirás acumulando marcas hasta aprender que lo único que tienes que hacer es cuidar de ti y amarte.

Y cuando hagas esto, entenderás que no es tan difícil amar a los demás, de manera incondicionada.

Vivir serenamente es una elección