El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos de la conducta más frecuentes en los niños. Actualmente existen diferentes tratamientos que van desde los medicamentos a otro tipo de terapias recientes como el mindfulness o la meditación consciente. Terapias de vanguardia que actualmente están demostrando muy buenos resultados.
De acuerdo con el estudio de la doctora Sarina J. Grosswald de la Universidad de George Washington, meditar ayudaría a los niños que padecen TDAH a sentir menos estrés y ansiedad, y a mejorar su concentración. Este tipo de terapia consciente permite que el niño se relacione de forma directa como lo que está sucediendo en el presente y que focalice su atención.
El mindfullness dota a los niños de herramientas de autocontrol: ayuda a reducir sus respuestas implusivas ante situaciones de estrés.
Ayuda a mejorar su equilibro emocional: el niño con TDAH será capaz de conectar con mayor facilidad con sus emociones, reconocerlas y desarrollar una mayor empatía y gratitud hacia el mundo.
Estimula su atención: el niño que practique mindfulness será capaz de estar presente de una manera consciente y centrará su atención. Este beneficio también repercutirá en sus resultados académicos ya que la meditación y el incremento de la concentración mejoran el proceso de memoria, facilitando así un aprendizaje duradero y con mejores bases.
Potencia estados de ánimo positivos: el niño estará más feliz.
Reduce su ansiedad y el estrés: le ayudará estar más relajado, a tomar mejores decisiones y a descansar.
Nunca es pronto para aprender a meditar. La clave del éxito es establecer una rutina cómoda y agradable para el niño, buscando un espacio donde él se sienta a gusto. Se recomienda además el uso de música suave y cambios de ejercicios para que el niño no se aburra.