Por Ramiro Calle.- Curso sobre la Búsqueda del Ser – Encuentro en Nagual Solo a través de la lucidez; nada más. La compasión no es un acto voluntario, pero es mejor ser compasivo, aunque sea un acto voluntario, que no serlo. Hay un adagio en la India que reza: al pobre no le importa si las monedas que tú le das se la das por unas u otras razones. A él no le importa. A ti sí. Si se las das para que te vean los demás por cumplir a ti sí te importa, al pobre no. Entonces más vale ser compasivo aunque no sea un sentimiento genuino, más vale adiestrarse en la compasión aunque al principio sea un poco artificial, pero luego, en la medida en la que tú vas con lucidez, viendo los hechos como son, ahí nace la compasión. La compasión es un sentimiento que reacciona de manera espontánea cuando tienes una lucidez aplastante de todo tal y como es. Cuando conectas con la relatividad de todo, con que todo es provisional, transitorio, impermanente, entonces nace de manera espontánea un sentimiento de compasión, porque te das cuenta a nivel vivencial o celular que, de la misma manera que tú no quieres que te perjudiquen, no debes perjudicar a los demás, y de la misma manera que quieres ser feliz, tienes que corresponder a los demás con felicidad. En este sentido hay muchos ejercicios de lo que se llama Metta, “amabilidad amorosa”, que se practican con la meditación. Uno muy poderoso es el ejercicio que se llama “del benefactor”. Todos hemos tenido uno o varios benefactores, salvo vidas muy trágicas. Puede haber sido nuestras figuras paternas, nuestra abuela, una tata, o niñera, todos hemos tenido benefactores. Hemos recibido mucho amor cuando éramos niños, y tenemos esa deuda. Y ese amor que hemos recibido de nuestros benefactores tenemos que devolverlo, y si lo sentimos así empezaremos a devolver todo ese amor y no quedárnoslo, sino también traspasarlo a los demás. Oel ejercicio Metta que consiste en irradiar buenos sentimientos primero hacia nosotros, luego hacia los seres queridos, seres un poco menos queridos, seres detestados, los animales y el planeta y todo el universo, y vas irradiando esos buenos sentimientos de benevolencia en todas las direcciones empezando por ti. Y hay mucho que decir de la compasión, porque la compasión es la flor o la orquídea más hermosa, y como decía BabajiSivananda de Benarés, que murió hace dos años, con el que tuve mucho contacto, él decía que la compasión es una flor que florece en muy pocos jardines. O lo que decía Jung: ni siquiera sabemos lo que es querer, porque todos queremos desde el egocentrismo, desde la reciprocidad, desde los celos, la rabia, el resentimiento, pero el querer incondicional expansivo es muy difícil, hay que trabajarlo. Es la asignatura pendiente de todos nosotros.
A ver, más cuestiones.
(Pregunta, comentario del público…)
Gran pregunta. Kabir decía: “esta mente es como una casa con un millón de puertas.” Decía: “la mente es un fraude.” Yo a menudo les digo a mis alumnos haciendo un juego de palabras: “mente, mentira.” La mente es una prestidigitadora. ¿Por qué nos apropiamos de los pensamientos? Los pensamientos son a veces materia fecal que lo mejor es que se drenen y son fango que tenemos que dejar que se vaya extinguiendo o que no nos afecte. Hay cuatro modos de control del pensamiento, cuatro vías. Una, la represión o inhibición directa del pensamiento. Este ejercicio se llama “cortar los pensamientos en su propia raíz.” Segundo, la observación inafectada del pensamiento, mirar los pensamientos, cómo ruedan por el vacío de la mente sin que nos los apropiemos ni nos afecten. Tercero, combatir los pensamientos negativos mediante el cultivo de sus opuestos, los positivos. Cuarto, no prestar la menor atención al pensamiento; es como un ruido de fondo en la mente pero uno sigue a lo suyo. Los pensamientos son automatismos, vienen y parten, ¿a quién se le ocurren? Nadie los puede dominar, lo que podemos dominar es nuestra actitud ante ellos, pero ellos vienen, pero luego está la diferencia entre sentir y consentir. Tú de repente puedes sentir odio hacia mí, pero no consientes y tratas de licuarlo y de evitarlo. Pero la mayoría de las veces consentimos y expresamos nuestras emociones negativas, y se te dice incluso: “no reprimas, pega a uno si quieres pegarle, insúltale, escúpele…” No, hay lo que se llama la contención consciente, y además, cada vez que nosotros accedemos, o a una emoción negativa es como un clavo que está saliendo y lo remachamos. Y entonces es como la persona que tiene sed y sigue tomando pescado en salazón. Los pensamientos cuando te favorecen, adóptalos; cuando no, descártalos. Si tú vas a una comida y te presentan alimentos tóxicos y alimentos sanos, lo lógico es comerse los sanos. Lo mismo pasa con los pensamientos. Pero no se trata, como la gente dice, que a través de la meditación voy a lograr que mi mente se quede en blanco, como si fuera encefalograma plano. Eso ya lo vamos a lograr fácilmente cuando nos muramos, pero ahora lo importante es no dejarnos dominar por el pensamiento y eso es muy difícil,porque el pensamiento nos toma, nos narcotiza, y por eso os decía que el trabajo es sobre la mente. Nosotros nos representamos el mundo desde la mente, luego para conquistar Maya, que es el mundo, hay que trabajar sobre la mente. Si inhibes el pensamiento has dado la gran batalla a Maya.
Fijaros que el mito en Occidente más maravilloso que hay es el de Ulises, la Odisea, que se está durante años para recorrer una misérrima porción del océano y nunca son capaces de volver a casa, es decir, de volver a sí mismos. Todos están alienados por el canto de las sirenas. Eso es Maya; todos estamos tan identificados con los claros oscuros, con las sombras, que perdemos de vista lo esencial. Maya es un tema apasionante, y forma parte del núcleo de la enseñanza yóguica hindú, porque Maya es una neblina de la mente que nos hace tomar lo esencial por lo trivial, lo accesorio y banal por lo importante, y así sucesivamente, y al final perdemos de vista el Ser porque estamos totalmente identificados con todo lo que justamente es la máscara y el no-Ser. Toda la conquista es laconquista de Maya; Maya es el ego. Pero lo curioso es que de la mano de Maya tienes que llegar más allá de Maya. Por eso es lo que se dice en el Tantra: el mismo sueloque te hace caer es en el que tienes que apoyarte para levantarte. No se trata de renunciar al mundo si no renuncias a tu mente. Cuando le decían a RamanaMaharshi:“¿no sería mejor si me voy a una montaña, a otro lugar, a un monasterio?”, él decía: “si cambias de lugar encontrarás en el nuevo lugar más dificultades que no sabrás resolver porque son nuevas. Quédatedonde estás porque lo que tienes que cambiar es tu mente, no de lugar o de situación.” Maya lo he tratado en todas mis novelas porque es el tema más apasionante, es como una prestidigitadora que constantemente te hace ver lo que no existe y sin embargo te escamotea lo que existe. Y ya la culminación de Maya es que siempre creemos que los que se mueren son los demás y no nosotros, y entonces claro, Mariano, que tanto habrá leído a Castaneda en su época (Mariano hablando:“por algo se llama Nagual esto…)pues recordarás, lo que decía Don Juan a Carlos Castaneda. Le decía:“Tardarás mucho tiempo en darte cuenta de que tienes que empezar a cambiar. Tardarás mucho tiempo en decidirte a cambiarte. Tardarás mucho tiempo en poner los medios para cambiarte. Ojala te quede tiempo.”
A ver. Más indagación. Satsang, investigación de la última realidad.
(Pregunta, comentario del público…)
Si estás cruzando una calzada y viene un coche a toda velocidad reaccionas; eso por supuesto. El cuerpo por sí mismo, por autodefensa, tiende a reaccionar y eso está muy bien. Es como el miedo como respuesta autodefensiva; es magnífico. El problema es el miedo neurótico, psicológico que nos limita. ¿Qué es la reacción? La reacción es una respuesta, lo que sucede es que a esa respuesta,cuando es repetitiva, le llamamos reactividad, y todos estamos siempre en la reactividad de lo que me gusta y lo que me disgusta. Buda decía: “los demás me insultan pero yo no recibo el insulto.” A nosotros nos insultan, yo mañana sigo pensando “me han insultado”, y pasado mañana, y al final alguien me insultó una vez pero por mi reactividad me está insultando mil veces. La reactividad está en todos nosotros muy pronunciada; es todo lo contrario de ecuanimidad. La ecuanimidad es ese punto equidistante entre el apego y el odio que te permite ver las cosas tal y como son sin crear tanta reactividad. Había un lama tibetano, ya contestando más a tu pregunta en esta reflexión, que dio en Londres una conferencia. Alguien se levantó y le dijo: “Venerable lama, ¿y si finalmente es inevitable darle a alguien una bofetada, qué se hace?” Y él dijo: “se le da, pero con ecuanimidad.” Se le da, pero con ecuanimidad. Esto en el Gita, en el Bhagavad Gita está muy bien explicado. Cuando desfallece Arjuna porque ve lo que va a ser la guerra con sus primos se le presenta Krishna, el dios Krishna, y le dice: “tienes que defender a tu pueblo; eres un general y tu deber ahora es defenderlos para evitar una masacre terrible”, pero le da la clave, le dice:“que en ningún momento en tu mente haya saña ni odio.” Si tú puedes defenderte a ti o defender a alguien, debes hacerlo, con consciencia y con ecuanimidad y siempre midiendo las consecuencias. Volviendo a Buda, Buda decía: “si te proteges a ti mismo proteges a los demás, si proteges a los demás te proteges a ti mismo.” También depende de la situación:no es lo mismo, efectivamente, una situación en que alguien está pegando a un niño que una situación en que alguien va distraído por la calle, te tropieza y no pasa nada. Lo que sucede, volviendo a Castaneda, es que como él decía, nos creemos tan importantes que nos creemos con derecho a ofendernos por todo. Y ahí sí, eso hay que trabajarlo, esa reactividad neurótica de que “este no me considera, aquel me agravia, este me ofende”, pero en situaciones reales de injusticia uno, si puede, tiene que tratar de proceder en consecuencia. Eso no es una reactividad; eso es una respuesta viva a la urgencia del momento, que es diferente. Pero claro, esto da para reflexionar, indudablemente. El caso es que uno puede ser muy contundente, saber decir no, saber poner los límites, pero desde la ecuanimidad. Y otras personas pierden la ecuanimidad y sin embargo nunca saben poner los límites; por eso lo que dicen los ingleses: si pierdes la argumentación, si pierdes el tono, ya pierdes el razonamiento. Hay que saber también ser equilibrado en pensamientos, palabras y obras.
Y ya que hablábamos del sadhana, de la estrategia del trabajo interior, no hay que olvidar la observación de lo que se llama “Las Tres Puertas de Brahma”, la triple autovigilancia: la de la mente, las palabras y los actos. Por ejemplo, el control de la palabra es muy importante como sadhana, y más en esta sociedad convulsa donde todos nos descalificamos, hay tanta calumnia, y difamación, y un largo etcétera. Las palabras no tenemos que utilizarlas como un estilete en la lengua para herirnos los unos a los otros; las palabras tienen que ser conscientes. Si en algo somos mecánicos es al hablar, y cuando la palabra ha sido dicha ya te haces su cautivo; por eso ahí hay otro sadhana.
Sadhana es un término muy importante para los practicantes de Yoga. Quiere decir disciplina espiritual, ejercitamiento, adiestramiento, pero también quiere decir, fijaros en otra acepción de la palabra, soporte, porque el soporte está en el sadhana. ¿Un ser humano sin sadhana qué es? El sadhana es la disciplina que nos ayuda a mejorarnos, a conocernos, a relacionarnos mejor con nosotros y con los demás, y el sadhana es la médula, la esencia de toda disciplina, sea Zen, sea Taoísmo, sea Yoga, sea Sufismo, sea Tantra… el sadhana es inevitable. Por ejemplo el Tantra: haciendo un juego de palabras, el tan-traído y llevado Tantra, el Tantra. ¿A qué se ha reducido, como hacemos siempre los occidentales? A una simple caricatura esperpéntica de lo que es el verdadero Tantra. Solo sexo tántrico. Como dice Sting, 8 horas tricotando sexualmente, que es bastante aburrido ya (…), 8 horas y a eso le llama que es un gran tántrico. Pero el Tantra es una filosofía, incluso pre-hindú, pre-brahmánica, que forma parte de los aborígenes de la India, de los drávidas, que son anteriores a la invasión Indoaria, y el Tantra trabaja en muchos sentidos;Nyasa, que es la imposición en determinados puntos vitales del cuerpo de las manos, y la vía secreta de los Mantras, y el Hatha Yoga, y el Pranayama, y determinadas plegarias, y la concentración en Mandalas y Yantras, y ya finalmente, para los que no son abstinentes sexuales, el verdadero Maithuna, que no es para todos los días esta ceremonia erótico-mística, es para, a lo mejor, una vez cada seis meses, una vez al año, porque si no, lo que es supracotidiano se volvería cotidiano, claro…entonces es una ceremonia para activar una serie de potenciales y convertirlo en la erótica-mística. Pero del Tantra solo se habla del lado sexual, y es lo que va pasando con todas las filosofías orientales, que se van poco a poco simplificando tanto que es algo absurdo.
A ver, más precisiones, más cosas. Aprovechad, porque esta tarde va a haber mucha meditación, para los principiantes,precisamente. Habrá coloquio, meditación, hablaremos del sadhanamás a fondo para la vida diaria, también. En vez de perdernos mucho en abstracciones del Ser, vamos a llevar el Ser también a la vida diaria, que es muy importante. Fijaros una cosa: aquí habrá muchos practicantes de Yoga -o de otras técnicas -; lo que ha hecho precisamente que el Yoga persista a lo largo de 8.000 años es que son herramientas. Si el Yoga hubiera sido una filosofía sin método pues se hubiera quedado en eso, en una filosofía sin más. Se nos dice: “hay que ir hacia la verdad”, pero nadie nos dice cómo. El Yoga lo bueno es que te marca un objetivo, pero te da los instrumentales, los vehículos para que puedas llegar al objetivo. ¿Habéis oído hablar alguno de los que está aquí de las claras comprensiones? ¿Ninguno? ¿Hablamos un poco de las claras comprensiones?
Las claras comprensiones tienen dos planos de la realidad, el interior y el exterior. O sea, son también muy útiles para la vida cotidiana. Está la clara comprensión del fin, es decir, comprender… se llaman claras comprensiones porque son comprensiones lúcidas. No son comprensiones elucubrantes, sino lúcidas. Clara comprensión del fin es comprender el fin. ¿Cuál es nuestro fin, interiormente hablando? La libertad interior, la independencia de la mente, la autorrealización, la satisfacción interna, el conocernos… ahí el fin está claro. El fin en el exterior cada uno ya tiene que definirlo. No quiere decir que sea un objetivo o fin para toda la vida; el buen estratega cambia su estrategia según los acontecimientos de la batalla; la vida nos hace cambiar de estrategias en cuanto al fin. Hoy tu fin puede ser preparar una buena ensalada para tus amigos esta noche, o sacar unas oposiciones, lo que sea. Pero la clara compresión del fin interior es rotunda: sentirnos mejor, conocernos y realizarnos. Luego está la clara comprensión de los medios. Mucha gente tiene muy claro cuál es el fin, pero como no tiene claros cuáles son los medios le faltan los vehículos para llegar al objetivo. Otra gente es al revés, tiene los medios pero como no tiene claro el fin no sabe dónde dirigir esos medios. Entonces la clara comprensión de los medios es: ¿de qué medios cuento? En la vida interior de nuevo es fácil: del Yoga, del Zen, del Budismo, del cristianismo esotérico, a saber. Buscar medios. ¿Y los medios externos? Quieres trasladarte de aquí ahora a la India: necesitas sacarte un visado, necesitas tener disponibilidad para comprar un billete de avión, necesitas coger el avión. Hay que conjuntar la clara comprensión de los medios con la clara comprensión del fin. Tercera clara comprensión: la clara comprensión de lo que es. Ninguno de nosotros tenemos ni la menor idea de lo que es, porque todo lo que es lo vivimos a través de nuestras distorsiones mentales, porque lo que es lo filtramos según lo que queremos que sea y lo que tememos que sea, porque es todo a través de nuestra psicología. Es como aquel hombre que, fijaros, igual que aquí hay una montaña en la sierra que llaman “La mujer muerta”, en Francia hay una montaña que llaman “el rostro de Napoleón”, entonces cuenta un hombre que vivía cerca de esa montaña pero nunca había oído lo de Napoleón que él iba, disfrutaba de la montaña… aquello era maravilloso. Y un día alguien llega y le dice: ¿sabes que le llaman la montaña de Napoleón porque se ve el rostro de Napoleón? Y dice que maldito el día que le dijeron eso, porque a partir de entonces nunca vio la montaña, solo veía el rostro de Napoleón, que no era muy agraciado por lo que cuentan. Entonces, todos vemos las cosas como pensamos que son, pero hay que ir rescatando la clara comprensión de lo que es. La clara comprensión de lo que es hacia dentro, lo que soy realmente más allá de máscaras, y la clara comprensión de lo que es hacia fuera. ¿Habéis oído alguno de vosotros cual fue el sermón más corto que se ha dado en la historia de la humanidad? ¿Tampoco? Conectar. Ekopasico en el idioma pali, ekopasico. Ven y mira. No es “ven e imagina”, “ven y supón”, “ven y presupón”, “ven y prejuzga”; no. Es “ven y mira.” Conecta. Mira lo que es. Pues esa es la clara comprensión de lo que es: hacia dentro y hacia fuera. Luego hay otra clara comprensión, la clara comprensión de la idoneidad. Comprender lo que es idóneo. Eso es importantísimo. Cuando no tendríamos que hablar y tendríamos que guardar noble silencio, hablamos. Y cuando tendríamos que hablar, callamos. Cuando no deberíamos ingerir y meter la pata ingerimos, y cuando deberíamos hacerlo no lo hacemos. La clara comprensión de la idoneidad es lo que es conveniente, lo que es idóneo hacer, pensar, hablar en este momento y circunstancia. O a no hacer, no pensar y no hablar. Esa clara comprensión también es muy importante. Y luego, la clara comprensión de lo que está másallá de las apariencias. Para esto hay que desarrollar perspicacia, percepción. Hay una definición muy corta y muy buena de meditación: meditamos para transformar los estados de confusión en la mente en estados de perspicacia. ¿Qué hay detrás de lo que creemos oír? Lo vacuo. ¿Qué hay detrás del sonido, como decíamos hoy? El silencio. ¿Qué hay detrás de la forma? Lo informe. La clara comprensión de la última realidad es que todo es provisional, todo es relativo, todo surge, todo pasa. Si nosotros vamos a un cinematógrafo estamos tan pendientes de la película que no vemos la pantalla, y creemos incluso que si en la película hay una inundación la pantalla se moja, pero la pantalla no se moja, y si hay un fuego en la película la pantalla no se incendia. Hay que aprender a ver lo que está más atrás de la película, la pantalla, que sería realmente el sustrato, y eso es lo que tratamos de obtener mediante una meditación que se llama la Meditación del Ser, bajar a lo que llamaban los místicos la base, lo más profundo e íntimo de nosotros. Estas claras comprensiones son muy importantes para la vía interior y para la vía exterior. ¿Cómo se desarrollan? Con meditación, discernimiento, y el entrenamiento metódico y el cultivo de la atención.
¿Alguno de vosotros ha indagado en el Satipatthana? Es importante el Satipatthana. A ver. ¿Tú?