Hasta ahora, el mango ha sido conocido por su potente y único sabor exótico o por la característica de ser un excelente afrodisíaco. Sin embargo, tiene más propiedades de las que conocíamos.
Un reciente estudio llevado a cabo por una estudiante de doctorado, ha desvelado que, la cáscara de mango, tiene importantes propiedades cicatrizantes.
Se ha comprobado que la variedad “Ataulfo” tiene compuestos que favorecen determinantemente la regeneración de la piel, por su alto contenido de antioxidantes, antibacterianos y antifúngicas. Además de regenerar los tejidos y ayudar en la cura de heridas agudas superficiales, también ayuda en la protección de infecciones.
La investigación determina que, mientras una herida que afecte a las dos primeras capas de piel tarda en cicatrizar de 14 a 30 días, aplicando este extracto de cáscara de mango, se consigue regenerar completamente la piel en un periodo máximo de 11 días.
La siguiente fase del estudio será determinar si tenga algún tipo de toxicidad tras su uso, para, si no, realizar posibles tratamientos con esta composición natural.