Llega al mundo del bienestar y la salud mental el término “estrés acumulativo”. Según los especialistas, este tipo de estrés es el que se produce cuando hay un desencadenante de tensión que se vuelve reiterativo y periódico. Podría ser un desencadenante enfrentarnos cada día a un atasco en hora punta, o también ser excesivamente desorganizados y encontrarnos en situaciones complicadas con frecuencia.
Son muchas las causas, y a veces imperceptibles, que pueden desembocar en un estrés ‘crónico’. Este tipo de situaciones se suman entre sí y podrían provocar un estado continuo de frustración, ira o nerviosismo, lo cual tiene efectos muy negativos en nuestra salud física y mental.
Por eso, es necesario reconocer a tiempo la presencia de estos factores y aceptar la necesidad de imponer ciertos cambios en nuestra rutina o hábitos, de forma que se tome el control de la situación. Según el médico austrohúngaro Hans Seyle “No es el estrés lo que nos enferma, sino nuestra reacción al mismo”.