Por Natalia Solange Castrege.- Cada día, suceden una infinidad de hechos, a nivel global, en nuestro entorno y en nuestra vida personal que confirman el ritmo vertiginoso del mundo en el que vivimos. Sumergidos en nuestras rutinas cotidianas, y en todas las que se nos imponen, nos resulta muy difícil conectarnos con nosotros mismos y con nuestra energía creativa.
Lo intentamos en varias ocasiones, pero por una u otra razón, no pudimos sostener aquello que verdaderamente nos hacía bien. Tiempo, dinero, frustraciones, exigencias, autosabotaje, etc.
Terminamos el año agobiados, un poco perdidos, sin poder ser conscientes de todo lo que pasó, lo que sentimos al respecto, y ansiando las vacaciones en carácter urgente!.
Y un día… llegan nuestras “merecidas vacaciones”, el descanso esperado, nuestros brazos abiertos a la sensación de felicidad, libertad, relax y con ellas, esa “sutil” tarjeta de invitación a reflexionar: detenernos, respirar y pensar.
Y uno piensa. Sueña y piensa. Piensa en el pasado, saca conclusiones, abre discusiones, categoriza, exterioriza. Uno se saca el traje que usó para sobrevivir durante el año (el mundo es cada vez más cruel, y los sensibles, cada vez más sensibles) y se siente más livianito, se saca un peso de encima.
Tal vez, alguna ficha cae:
“Pasó lo que esperaba”, “No esperaba nada y pasó”, “Pasaron cosas increíbles”, “Pasaron cosas muy importantes para mi vida”, “Lo que pasó fue una “%$·&”, “No pasó nada fuera de lo normal”, “Tuve pequeños cambios significativos”,”El año me sorprendió”,”El año me pasó por encima” o lo que pienses que resume tu año.
Es probable que hayamos superado obstáculos, nos hayamos estancado en algunas áreas, evitado algunas batallas. Muchas situaciones tomaron rumbos inesperados, otras terminaron, unas poquitas evolucionaron y propulsaron un gran cambio.
Como sea, hubo cambios. Todo está en constante cambio y constante transformación.
Tenemos que entender que todo sigue un curso natural, que suele ser más lento y más pausado que el ritmo del mundo, por lo que algunos cambios fueron imperceptibles pero poderosos.
Es un gran desafío para todos, hoy día, ser pacientes.
Aunque corramos, aunque forcemos, aunque trabajemos muy duro, aunque apuremos, todo sucede cuando tiene que suceder.
Y cuando sucede, sucede. No hay manera de borrar lo que ocurrió.
Es necesario que seamos conscientes de que, haya pasado lo que haya pasado, HOY, ESTAMOS, AQUÍ.
El “aquí y ahora” es nuestra realidad, lo único real que tenemos. Situémonos.
N: CÓMO TE SENTÍS?
X: FUE UNA SEMANA COMPLICADA.
N: SI TE ENTIENDO, Y CÓMO TE SENTÍS?
X: PODÉS CREER LO QUE ME PASÓ RECIÉN, VENÍA CAMINANDO…
N: AHORA CÓMO TE SENTÍS?
X: YA VOY A ESTAR MEJOR.
N: SEGURAMENTE, PERO CÓMO TE SENTÍS AHORA? (NO LO PIENSES DEMASIADO, SOLO RESPIRÁ Y CONECTÁTE CON TU RESPIRACIÓN)
X: AHORA ME SIENTO …(ENOJADO, PENSATIVO, OBSTINADO, APURADO, AGITADO, ALEGRE, ENOJADO, FELIZ, ASOMBRADO ETC)
Uno sigue pensando. Sueña y piensa. “Ser feliz”, “Tener poder para cambiar todo”, “Tener mucha guita para hacer lo que quiera”, “Vivir de vacaciones”, “Ganarme la lotería”, “No laburar más”.
Uno piensa en el futuro y en lo que quiere realmente para este nuevo ciclo:
“Voy a tomarme todo con más calma” , “Basta de estar tan estresado/a”, “No voy a perder el tiempo en cosas o personas que no valen la pena”, “Voy a cambiar las cosas que me molestan de mi”, “Lo voy a intentar, ya es hora”, “Voy a enfrentar tal o cual situación”, “Voy a cambiar los muebles de lugar”, “Voy a trabajar menos”, “Voy a usar menos el teléfono y la computadora” , “Dejar atrás los rencores”, “Hacer algo para ayudar a los demás”, “Estudiar más”, “Voy a hacer algo de ejercicio”, “Voy a dejar de fumar”, y esa lista interminable de deseos que brotan con ansiedad a principio de año.
Esos días de descanso fueron la prueba de que hay una mejor versión de vos mismo.
Disfrutaste el sol, la playa, la montaña, tu casa, el aire fresco, sin quejas, comiste bien (demasiado, ups), conociste lugares nuevos, te diste un gustito, compartiste, conociste gente relajada, te divertiste sin preocupaciones, sin trabajos ni jefes, te reíste, tuviste buen humor, te tomaste una cervecita bien fría y brindaste por la vida!.
Casi como un sueño, que naturalmente…termina.
Y vos fuiste feliz. Vos querés seguir siendo feliz.
Cómo puede ser que llegue marzo y otra vez a bailar el heavy metal social, ya con nostalgia de las vacaciones y deseando las próximas?.
No, este año no! Consciencia ven a mi.
QUÉ NOS ESTRESA?
Ir a trabajar, el trabajo, la gente, nuestra familia, la calle, el transporte público, el calor, el frío, el sueño, las preocupaciones, no encontrar soluciones, no poder practicar la paciencia en medio del caos, vivir en el caos, no comer bien, la inseguridad, los conflictos, las cosas que pasan. Digamos que, hay muchas cosas que nos estresan.
Uno muchas veces le echa la culpa a la rutina.
Y es cierto, si pudiésemos cambiarla a nuestro gusto, sería distinta, pero lamentablemente hay cosas que estamos obligados a hacer y otras que no podemos evitar.
Estas son nuestras cartas y hay que jugar el mejor juego, con lo que tenemos.
Todos tenemos RUTINAS y no está mal, nos organizan. Pero nadie quiere rutinas tediosas que nos consuman nuestro tiempo y cabeza, porque sabemos que el resultado es inevitablemente:
LO QUE QUIERO REALMENTE 0 – RUTINA 1
X: Puedo evitar mi rutina?
N: Tal vez no
X: Puedo transformarla?
N: Siiiii
X: Cómo?
N: Haciéndola creativa
LA CREATIVIDAD COMO UN CAMINO
Todos somos creativos. Ser creativos significa permitirnos crear. La creatividad es nuestra naturaleza, por eso cuando creamos estamos en sintonía con nosotros mismos. Nos acercamos a nuestra esencia creativa. Y cuando no podemos crear nos sentimos con ira, enojados, con los demás y con nosotros.
Dije CREAR? A continuación, las piedras!.
Para crear, entonces, hay que “limpiar el camino”.
Justamente cuando no podemos “ser creativos” es cuando sentimos que las cosas no fluyen. Estamos bloqueados.
Tenemos miedos. Nos frustramos. Y pateamos el tablero olímpicamente.
“Para ser creativo hay que ser artista”, “Tal vez deje todo este asunto para el otro año”, “Sí, uno quiere ponerse objetivos, pero de ahi a cumplirlos”, “Mis sueños son tan utópicos!”, “Yo no soy creativo, nunca lo fui”.
Prestáte atención. Escucháte.
Muchas veces lo que evitamos es lo que más necesitamos.
Nos pasa a todos. Queremos que las cosas cambien, pero no queremos hacer taaanto sacrificio. Después de todo, ya hacemos suficientes.
Pero las cosas no cambian solas, se necesita un gran esfuerzo y compromiso de tu parte. Estás dispuesto?.
Como un bebé, hay que ir pasito a paso. Pequeños pero firmes. Se trata de tu bienestar.
Conectarte con tu energía para que la creatividad fluya. Ser creativo es darle calidad a tu tiempo.
Respiración. Consciencia. Aquí y ahora. Estar enfocados y darle batalla.
Sigamos.
UNA HERRAMIENTA NECESARIA PARA EMPEZAR A CREAR: TIEMPO.
Cuánto tiempo pensás en todo lo que te gustaría hacer? Tal vez el mismo tiempo que podrías ocupar haciéndolo? Cuánto tiempo pasará para que pueda aprender a hacer aquello que tanto quiero?. El mismo que si no lo hacés.
El tiempo pasa igual, cumplas tus sueños o no.
Te propongo pensar en 10 cosas que te gustan o que te gustaría hacer. Hace cuánto tiempo que no las hacés? Adelante.
El tiempo está. Lo que necesitas es ORGANIZACIÓN.
Pero no se suponía que iba a crear? Sí, estamos haciendo espacio.
Organizá tu día a día. Sé muy estricto en los horarios. Respetálos. Poné límites.
Cuánto tiempo libre tenés? Cuánto tiempo lo ocupás en otros? Y en vos? Cuánto tiempo te “desconectás” en las redes sociales?
Establecé prioridades, no todo es importante y vos no sos imprescindible en todo.
No pienses en el dinero, pensá en el tiempo. Hablamos del tiempo.
Se trata de encontrar el equilibrio entre lo que tengo que hacer y lo que quiero hacer.
Empezar por simples actos creativos
Te propongo cosas simples pero que modifiquen el ritmo cotidiano. Queremos resultados distintos, tenemos que cambiar algo, no es así?. Estos son algunos ejemplos:
Que tal si en vez de comer mientras trabajás, salís al aire libre.
Y si agarrás tu cámara fotográfica solo por hobby?.
Si apagás tu teléfono y te desconectás realmente (siiii, se puede).
Si ponés la música que tanto te gusta y bailás, saltás, cantás.
Si vas a ese recital en el medio de la semana.
Si en ese viaje largo te llevás música, libro, video o un anotador para las ideas que puedan surgirte.
Si mantenés una sonrisa en tu cara, SI, SONREÍ (a veces se siente raro).
Si dejás pasar al auto de al lado, seguramente está más apurado que vos.
Si tenés un buen gesto.
Si te anotás en clases de piano, teatro, pintura, etc.
Te gustan los sahumerios?
Sé amable con todos.
Hace cuánto que no vas a una librería?.
Organizá tu espacio. Tirá lo que no uses. Regalá.
Valorá los pequeños actos. Observá los detalles.
Podés imaginar historias?. Escribílas, dibujálas.
Escuchá.
Una salida en soledad puede ser muy reconfortante.
Hace cuánto que no comés tu comida favorita?
Hablas con tus amigos en la semana? Los ves? Y tu familia?
Cerrá los ojos, estiráte, mové tu cuello y tu columna varias veces al día.
Y si tomás nuevos caminos para llegar a tus lugares habituales.
Jugás juegos?. Te gusta el deporte? Hace cuánto que no practicás uno?
Caminá más. Usas bicicleta?
Respirá en todo momento. Tomar aire, exhalar.
Espero que te sirvan estos consejos. Me han servido en mi camino creativo, por eso los comparto.
Pd: Muchas de las respuestas que esperás, están dentro tuyo, esperando ser escuchadas.
BUENA RUTINA!. NATI
Natalia Solange Castrege
Wuauu me he dado cuenta que si puedo aser varias cosas y no tengo que depender de nadie y si nesesito ayuda la pedire.