Por Rodolfo Sánchez Ochoa.- “La totalidad del Universo está presente en cada fragmento” David Bohm
Como partes que somos de un todo, cada individuo influye en la totalidad del Sistema, siendo a su vez influido por éste. Según David Bohm, profesor de Física en la Universidad de Londres, “puede haber un modelo invisible detrás de todo lo existente. La totalidad del Universo está presente en cada fragmento”. Esto indicaría que cada uno de nosotros posee toda la información que existe en el Universo; ésta se encuentra presente en todos y en todo. Así, lo aprendido por un individuo forma parte de la experiencia o memoria colectiva de la humanidad.
Cada ser humano, cada ser vivo, proviene, es parte, se desprende de un gran Arquitecto cósmico; nuestra conciencia personal es parte de la Conciencia global o universal. Dicho de otro modo, la conciencia individual influye en la conciencia colectiva, y viceversa. Si un número considerable de individuos llegan a un punto culminante, en un mismo nivel de conciencia, puede darse un salto cuántico a otra dimensión o nivel más elevado.
Nuestra condición, disposición, nuestro estado mental, según sea de paz o de conflicto, determinará la paz o el caos en el mundo. Lo que en nosotros desarrollemos, se reflejará en la conciencia global. Con nuestros pensamientos, proyecciones y acciones, resolveremos o empeoraremos los problemas del mundo. Ante las amenazas, las crisis, la violencia, el caos que cada día se adueñan más del planeta, urgen cambios de conductas, de mentalidades, a fin de modificar, revertir y restaurar los valores morales y con ello la estructura de la sociedad, de la humanidad, lo que será posible uniéndonos íntegramente, aceptándonos por encima de cualquier clase de diferencias, suprimiéndolas, y de ese modo creando una conciencia global.
Ante el actual panorama desolador, peligroso, de terror, no nos paralicemos. Imaginemos, visualicemos una nueva realidad. La que deseamos en verdad para nosotros y el mundo entero. La conciencia individual de cada persona, de cada ser, así en principio sea una minoría, influirá en la conciencia colectiva, global y permitirá la creación del mundo que queremos. Mientras más conciencias se junten, más posible será ese salto, esa evolución de nuestra civilización, a través de la proyección sobre este planeta conmocionado, contaminado, de energía positiva, de plenitud, paz, amor…