Conflictos que rebotan

Por José Antonio Cordero.- Los conflictos vienen por insatisfacción, debilidad, complejo de superioridad o inferioridad. Hacer daño, da igual si es a uno mismo o a los demás es un acto rabioso y descontrolado.

Los conflictos internos y los conflictos sociales ha sido y sigue siendo calmado con un tipo de Ibuprofeno llamado dinero, pero cuando el dinero escasea o baja del nivel al que se estaba acostumbrado los conflictos rebrotan nuevamente. Ese calmante artificial, o de mucho artificio, quita la fiebre del conflicto pero no lo elimina. Si cada día se usa ese químico para quitar dolores de cabeza, el dinero usado cada día y por encima de las necesidades reales se convierte en un perfecto calmante de los conflictos internos, y si una gran parte de la sociedad también lo disfruta se convierte en un extraordinario adormecedor y oculta las carencias personales y sociales. Pero el ladrillo cae, viene otra vez la crisis del ladrillo, es el ladrillo mental que se usó como herramienta de crecimiento en vez del cerebro y el corazón como motores reales de la vida.

El virus que corroe al ser humano es su falta de crecimiento personal. El dinero y los bienes materiales actúan como droga cuando la carencia interna existe, sin embargo cuando hay un fuerte crecimiento interno, la fuerza del conocimiento es y será siempre muy superior al poder económico. El poder económico sustentado en el poder del conocimiento es una bendición para la humanidad, porque el que tiene sabe que el dinero hay que multiplicarlo para el bien social, para eliminar el hambre y las carencias educativas y sanitarias.

Hasta el supuesto país más potente del mundo entra en pánico cuando otro país emergente y superpoblado entra en los mercados internacionales con más fuerza. La falta de recursos internos, la falta de estabilidad interna hace tambalear al prepotente caballero que rebrota amenazando a todos con un conflicto internacional.

La vida basada en placeres económicos y materiales es artificial, no tiene fundamentos, es una vida sin cimientos. Pero no se puede vivir toda la vida bajo drogas anestésicas. El enfoque que están llevando los dirigentes está totalmente fuera de la diana del éxito y bienestar para todos.

La diana de cualquier dirigente debe ser la Educación y la Salud, la Cultura y la Agricultura. La vida en armonía con la ley natural y no la vida sometida a las leyes civiles y penales.

Cuando surge un conflicto quiere decir que el nivel vivido era totalmente insuficiente. Los conflictos familiares demuestran que el enfoque se había perdido o estaba adormecido con las bonanzas económicas o placeres matrimoniales y placeres de juguetitos continuos con los hijos. Los jóvenes ya están adormecidos de por vida con la adicción a los móviles. La tarifa plana se ha activado en las familias a través del cerebro plano.

Es de una tremenda insensatez no reconocer que todos los problemas vienen por no disponer de una Educación y Salud basadas en una ALIANZA plena con la Ley Natural.

Los calmantes continuos son verdaderamente peligrosos porque aunque no aflore el dolor cada día que pasa el peligro se hace mayor y la enfermedad personal o social puede llegar a ser incurable o muy devastador. En el cuerpo se usa el bisturí y en la sociedad se usa el misil. Todavía estamos en momentos críticos a nivel mundial.