Afortunadamente, cada vez son más las personas mentalizadas sobre la importancia de la alimentación en nuestra vida y, más concretamente, de la alimentación vegetal y libre de procesados.
Si nos referimos a microbiota intestinal, hablamos del conjunto de microbios que habitan en nuestros intestinos: bacterias, protozoos, virus, hongos… Todos ellos cumplen funciones vitales en nuestra salud y, por eso, es importante que pongamos en ellos parte de nuestra atención.
La también llamada flora intestinal, se dedica al mantenimiento del sistema inmunológico, el manejo de las emociones, la gestión del estrés… Pero, su principal tarea, es la colaboración en el proceso digestivo y de asimilación de nutrientes, participando en la producción de energía y vitaminas.
Para contribuir al correcto desempeño de todo esto, nuestro organismo necesita alimentos fermentados, que son aquellos que se obtienen del proceso de convertir carbohidratos en alcohol o ácidos orgánicos. Por ejemplo; el pan de masa madre, los yogures o quesos a base de semillas, el kéfir, el kimchi, salsa de soja, vinagre…
Expertos en nutrición de todo el mundo, aseguran que es hora de que veamos la cocina desde una perspectiva consciente, creativa y necesaria. Para eso, nos invitan a hacernos la siguiente pregunta (también muy utilizada en neurociencia): ¿Qué sucede en nuestro cerebro y nuestro cuerpo frente a los diversos alimentos que consumimos?