El pasado 13 de Junio, el Hubble (telescopio espacial más renombrado de la astronomía moderna, puesto en órbita el 24 de abril de 1990) sufrió una incidencia técnica en su hardware, de forma que dejó de compartir sus observaciones. Ahora y, tras más de un mes de arriesgadas maniobras de intercambio en su ordenador (debido a que su “backup” original no había sido encendido desde su colocación, hace 32 años) , la NASA ha comunicado la resolución del problema.
Durante sus tres décadas en funcionamiento, el Hubble ha dado lugar a más de un millón y medio de importantes observaciones astronómicas, posibilitando más de 18.000 artículos científicos y aportando gran material didáctico sobre los preocupantes y desconocidos agujeros negros.
Por eso y, a pesar de los “baches” técnicos en su recorrido, el Hubble se sigue considerando un instrumento imprescindible en la investigación del espacio, habiendo conseguido algunas de las imágenes más impactantes del cosmos.
Se prevé la llegada del final de su vida útil, aunque los especialistas confirman que tratarán de retrasarlo lo máximo posible.