Cada vez son más las personas concienciadas a cerca de la importancia de dejar de consumir productos testados en animales.
En internet existe mucha información al respecto, pero, lamentablemente, no todo lo que nos cuentan es tan cierto como parece; en el mundo del marketing se promueven productos supuestamente amigables con el medio ambiente, que, en realidad, ni lo son ni tienen una acreditación real que lo demuestre. A esto se lo conoce como “greenwash”. Por eso es importante asumir que, para ser un consumidor consciente, se necesita investigar.
Vamos a facilitarte 3 sencillos pasos para identificar si un producto es, realmente, cruelty free:
- Reconocer si el producto tiene sello o logo cruelty free (normalmente está representado con un conejito).
- Verificar si el sello está certificado.
- Confirmar que la marca está registrada en las organizaciones que se encargan de verificar este tipo de productos (por ejemplo: Te Protejo, Leaping Bunny, Choose Cruelty Free, PETA…).
Cada vez que eliges “Cruelty Free”, estás salvando la vida de unos 150 animales por producto.