De entre los muchos materiales contaminantes que acaban en los océanos y generan un gran impacto negativo en los ecosistemas, también están las microfibras que desprenden nuestras lavadoras.
Además, estos pequeños hilos, que a nosotros nos resultan imperceptibles, son ingeridos por los animales acuáticos y les generan serios problemas de salud.
Para evitar que estas microfibras lleguen a los mares, una mujer llamada Rachel Miller ha creado un instrumento con plástico reciclado llamado «Coral Ball»; una especie de bola del tamaño de una naranja y que imita la forma de los corales, que en el océano son los encargados de atrapar los pequeños fragmentos que flotan en el agua.
El objeto tiene unas cuatro pulgadas y está pensado para introducirse en la lavadora entre la ropa, de forma que los pequeños hilos que esta desprende queden atrapados en sus «brazos».
Aunque de momento está teniendo poca difusión, se espera que, con el tiempo, todos conozcan el invento y puedan disponer de uno en sus hogares.