El país de Costa Rica, con tan solo un 0,03% de la superficie terrestre mundial, posee, aproximadamente, el 6% de la biodiversidad del planeta.
Bajo su lema “Pura vida” (que simboliza felicidad, optimismo, bienestar, humanidad y amor por lo natural), defienden su forma de vida y aproximadamente el 25% de su territorio está protegido.
Tanto es así, que se ha presentado un nuevo modelo de desarrollo económico y social basado, exclusivamente, en la biodiversidad.
Llamado “Costa Rica + Natura”, el programa se centra en consolidar la biodiversidad y la conservación de la flora y la fauna del país, tomando, como pilar central del desarrollo, la gestión sostenible de recursos naturales. Junto a Francia, ambos países se han aliado para cumplir con un objetivo ambicioso: conseguir que, en el año 2030, exista un acuerdo internacional que impulse un esquema de conservación del 30% de los ecosistemas marinos y terrestres.
Lo más interesante de este proyecto es que, a diferencia de otros gobiernos, el de Costa Rica ha querido involucrar a los pueblos indígenas y sociedad civil, como principales activos del cambio.