Bajo la petición de del Departamento de Transporte de Indiana (EEUU), una compañía alemana ha desarrollado la primera carretera “magnética” de la historia, que será capaz de recargar vehículos eléctricos durante la propia conducción.
El equipo, de ingeniería civil y automotriz, ha desarrollado unas bobinas receptoras que irían en los coches y que se encargarían de acumular la carga magnética adherida a la carretera (gracias a un hormigón magnetizable, que recibiría energía de fuente eólica y de paneles solares colocados en el lateral de las carreteras). Por tanto y, para que el proyecto viera la luz, deberían construirse calzadas especiales y automóviles equipados con las piezas necesarias.
A pesar de la dificultad de todo esto, la iniciativa ha sido aplaudida y muy bien acogida por la población mundial. Tanto es así, que ya se están construyendo 400 metros de este tipo de vía, de forma que los dirigentes de cada país puedan visitarla y comprobar su funcionamiento.
Este nuevo invento podría cambiar para siempre la industria automovilística, fomentando el uso de coches eléctricos para reducir su impacto negativo en el medio ambiente.