Por Esther Carrasco García.- Buenos días! el título de la entrada suena extraño, al menos ese Cri, Cri, Cri, que me ha estado acompañando durante un período este fin de semana. En realidad sólo fue una tarde, la del sábado.
Me doy cuenta los avances en mi desarrollo al escribir que la situación sólo estuvo atormentándome durante unas horas, y me doy cuenta ahora. Cuando escribes, cuando intentas transmitir y compartir tus experiencias y conocimientos (sin ensalzar el ego), aprendes mucho más, y ahora mismo, en este mismo instante me doy cuenta que acabo de liberar uno de mis miedos más profundos. Me acabo de dar cuenta al escribir el título de la publicación. Soledad ELEGIDA. ¡ ELEGIDAAAAAAA!!!!!. DIOS..! ELEGIDAAAAAA!!!
Y es que estar sola me ha dado tanto, tanto miedo que ha marcado muchos episodios de mi vida. ¿Y de la tuya?, ¿ a cuántas personas les has dicho que sí para no sentirte solo?, ¿cuántas veces has cogido tu móvil y no ha habido ningún mensaje y te has sentido mal?, ¿ por qué estás en esta relación? ¿qué hacías con aquella amiga que te martilleaba sin parar,hablando de sus cosas mientras podías irte a casa o a la playa a disfrutar de tu tiempo libre?. A muchos os suena, ¿no?. Es una gran verdad. vivimos en una sociedad donde ver a alguien en el cine solo o tomándose un simple café en un bar nos resulta cuanto menos extraño. Y ya no hablar de quien no tiene pareja!.
El caso es que el sábado por la tarde tenía varios planes: una merienda familiar, un paseo con una amiga por el centro de la ciudad y un café con otra amiga. No elegí ninguno, bueno, si os soy sincera elegí ir a dar un paseo con mi amiga por el centro, pero a última hora las cosas cambiaron y se truncó el plan. En otro momento me hubiera enfadado o molestado, pero ya no es así.
Decidí quedarme en casa leyendo con una mantita( porque ya apetece mantita). mientras leía decidí ponerme música porque de fondo comencé a escuchar un «…….», era el ruido del silencio, pongo puntos suspensivos porque no sé definir el sonido, pero, ¿sabéis cuál es, no?. No me parecía agradable y lo quise enmascarar con música. Bajita, pero enmascarado.
A los cinco minutos oigo un «cri, cri, cri, cri..» que venía del balcón. Pensamiento:» no puede ser, ¿es un grillo?, ¿un grillo en otoño?, ¿y cómo coño es un grillo?. Voy a ver…». Abro la puerta del balcón miro a mi alrededor, el animal deja de cantar. Entro de nuevo, me tumbo, me pongo cómoda, me tapo con la manta, cojo el libro, y en la segunda frase de nuevo «cri, cri, cri..». Decido no levantarme más, de nuevo otro pensamiento: » joer Estheretes, si es que estás muy sola, se escuchan hasta los grillos…deberías haberte ido a la merienda familiar…». De nuevo, «cri, cri, cri».
Salgo al balcón, y ya no se oye. Me pongo a hablar con el animal en cuestión: » ¿dónde estás, eh?, eres un cobarde,sabes? yo por lo menos afronto las cosas, pero ¿ y tú?, ahí escondido y callado en cuanto me ves!. Entro. Pienso que el grillo es mi ego, mi demonio encima de mi hombro izquierdo machacándome.
También pienso que no estoy loca porque hable con grillos que no veo.Hbiera estado realmente mal si hubiese escogido un plan que no me apetecía sólo por no sentirme sola. Una vez más la VIDA,me muestra que debo afrontar mis miedos y que es en este momento lo que necesito aprender para ser una mejor versión de mí misma.
¿Y TÚ, QUÉ NECESITAS APRENDER?. PORQUE TODA SITUACIÓN QUE NO TE GUSTE EN ESTE MOMENTO ES LA OPORTUNIDAD QUE SE ESTÁ DANDO PARA QUE LA AFRONTES Y APRENDAS. » LO QUE NIEGAS TE SOMETE, LO QUE ACEPTAS TE TRANSFORMA» (Carl Jung).
Así he imaginado a la «grilla», es hembra, con una mirada desafiante y esperándome en el ring.
Esther Carrasco García