Noticias Mindalia.- Otto Heinrich Warburg fisiólogo alemán galardonado en 1931 con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, por su ‘descubrimiento de la naturaleza y el modo de acción de la enzima respiratoria’, es un hombre que, aunque no conocido por todos, marcó un hito en la historia de la humanidad, ya que descubrió la causa de todas las enfermedades.
Es cuanto menos sorprendente que este conocimiento no se hiciera público y abriera una nueva vía de actuación en el mundo de la medicina pero, ¿por qué? Según este científico, el cáncer es resultado de una alimentación y estilo de vida antifisiológico.
¿El motivo? Una alimentación antifisiológica, basada en alimentos acidificantes y sedentarismo, crea en nuestro organismo un entorno de acidez, y éstaa su vez expulsa el oxígeno de las células.
‘Todas las enfermedades son ácidas, y donde hay oxígeno y alcalinidad, no pueden existir enfermedades’, afirmaba el fisiólogo.
‘La falta de oxígeno y la acidosis son las dos caras de una misma moneda, cuando tienes una, tienes la otra. Las sustancias ácidas rechazan el oxígeno, en cambio las sustancias alcalinas, lo atraen’, afirmaba Heinrich Warburg, dando a entender que un entorno ácido es un entorno sin oxígeno.
El alemán señalaba que ‘privar a una célula del 35% de su oxígeno durante 48 horas, puede convertirlas en cancerosas’- y añadía- ‘Todas las células normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células cancerosas pueden vivir sin oxígeno. Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son alcalinos’.
En su obra ‘el metabolismo de los tumores’, el alemán demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos condiciones básicas: acidosis e hipopsia, falta de oxígeno, y descubrió que las células cancerosas son anaerobias, no respiran oxígeno y no pueden sobrevivir en presencia de altos niveles de oxígeno, en cambio, sobreviven gracias a la glucosa, siempre y cuando el entorno esté libre de oxígeno.
El cáncer, por tanto, según Otto Heinrich Warburg, sería nada más que un mecanismo de defensa de algunas células del organismo para continuar con vida en un entorno caliente y carente de oxígeno.
Lamentablemente hoy en día consumimos multitud de productos y alimentos que provocan la acidificación del organismo, como el azúcar refinado, lácteos, sal refinada, pastas, productos de bollería con grasas saturadas, gaseosas, alcohol, tabaco, conservantes, colorantes, aromatizantes, etc.
El organismo debería encontrar en los alimentos las bases minerales para neutralizar la acidez de la sangre de la metabolización, pero este tipo de alimentos no solo aportan muy poco sino que además, lo acidifican.