Por José Antonio Cordero.- ¿Cuándo comenzó nuestra individualidad? ¿Cuándo nació nuestra alma? Preguntas difíciles que diferentes culturas dan respuestas diversas. El nacimiento de la actividad física tiene más fácil compresión, pero la mente es todavía un enigma. Investigaciones fiables aseguran que cuando el cuerpo acaba de fallecer, la mente sigue percibiendo acontecimientos cercanos y lejanos. Del cuerpo sabemos que tiene un principio y un fin, pero de la mente no sabemos cuándo comenzó ni si termina.
La fisiología, incluido el cerebro, tiene su comienzo y una indeterminada fecha de caducidad. La materia es más conocida que aquello que la mueve. De la energía se saben cosas, reacciones y de algunas se sabe cómo se crearon, pero otras más profundas son difíciles de determinar su comienzo.
El origen de las matemáticas está en el cero, el signo ‘0’ revela su inmenso valor, el círculo comienza en un punto y sigue avanzando hasta que llega al final, que coincide con el punto de partida. Principio y fin es una misma cosa. Otro dato vital es que el cero encierra un campo vacío, que representa a lo Absoluto. La ciencia védica dice: “Solo lo absoluto puede conocer su propia historia”. Antes de nacer el ‘1’ ya existía el ‘0’, por eso la historia del 1 habrá que encontrarla en el ‘0’.
Cada ser humano es como un ‘1’, es el primer brote creado. A medida que aumentan la numeración crece la complejidad y la dificultad para encontrar una pronta solución. El cero absoluto es orden perfecto.
La energía ordenada entra en el juego de la complejidad y se desordena, pero luego busca las formas para llegar al orden. La vida comenzó desde el orden y cuando se desordena se mueve para ser otra vez como era, la energía desordenada busca su perfección nuevamente en el orden.
Cuerpo y mente, materia y energía, el cuerpo tiene marcada rutina. La energía de la mente cuando está desordenada perturba los sistemas físicos y crea enfermedades, y ahí surge la necesidad de volver al orden para recuperar la salud.
Al caótico desorden le cuesta encontrar su orden. Esto lo vemos en nuestras vidas cuando la complicamos cada día y creamos tantos problemas. La ansiedad descontrola al intelecto, busca y encuentra problemas donde no los había. Debemos aprender a manejar las situaciones y encontrar soluciones rápidas, no es necesario pasar por tanto desorden y tanto caos para volver al orden, es una pérdida de tiempo innecesaria además de dolorosa.
Los mejores patrones están en la Ley Natural. El secreto del cero como fuente inagotable de orden y energía reside en que su línea de actividad no deja escapar el silencio que hay en su interior. Deberíamos aprender a no perder el silencio cuando actuamos, de otra forma nos agotaremos, crearemos problemas y enfermedades.
Si el agotamiento llegó a 1, no debería perder sus buenas formas (modales) y retorcerse en 2 personalidades. Que caiga el 1 no es dramático, porque realmente descansar es saber caer en uno mismo, el desorden supo encontrar el orden. El cuerpo agotado cae dormido para recuperarse. El drama de 1 es que con tantos amaneceres no desee la unidad en nada, y guerree por tonterías y luche estúpidamente.
‘1’ obtiene matrícula de Honor cuando está acompañado del 0. La excelencia está en la Unidad.
Un abrazo familiar
José Antonio Cordero
Director
AGRICULTURA VEDICA MAHARISHI
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