Por Marta Magdalena.- Por creer que la consciencia proviene de la naturaleza material de sus cerebros y no de la naturaleza espiritual de sus almas, cada vez más personas desean prolongar la vida todo lo posible, así sea perdiendo capacidad motriz y mental hasta quizás eludir la perspectiva de la muerte al sumirse en inconsciencia senil.
La creencia en ser almas de naturaleza espiritual permite apreciar la vida de otra manera.
El cuerpo puede enfermar o sufrir accidentes, pero si el alma tiene consciencia de su ser espiritual y deseara continuar viviendo, animaría al cuerpo a responder a tratamientos y a fortalecer sus defensas para sanar, tal como lo explica la psiconeuroinmunología.
Si en cambio el alma ya considera haber vivido suficientemente, concedería a que se consumara el proceso de la muerte corporal, esperando regresar al estado espiritual o, según las creencias en reencarnación, a que deba renacer a nueva vida en nuevo cuerpo.
Los creyentes de alma podríamos permitirnos lo mismo que con tanto amor podemos dar a nuestras queridas mascotas: un final electivo, lo que llamamos poner a dormir, iniciando voluntariamente el proceso con ayuno voluntario indefinido.
Eutanasia por voluntad de consciencia
Las personas creyentes en ser almas de naturaleza espiritual podrían impulsar, invocando la libertad de culto, inclusión en las leyes de eutanasia que ya existen o en las futuras su derecho a eutanasia por voluntad de consciencia. Derecho invocable por creyentes y no creyentes en pleno estado de consciencia y en ejercicio de su libre voluntad que se encuentren en las siguientes condiciones: :
- Adultos pasada la edad de retiro padeciendo traumatismo o enfermedad extremadamente dolorosa, incapacitante o degenerativa
- Adultos en senectud, aun estando sanos, si así lo desean
La aplicación de la eutanasia por voluntad de consciencia debe tener sentido sagrado más que médico, administrada o asistida por persona de formación religiosa, filosófica o sicológica, según especifique el demandante del derecho. Para creyentes cristianos puede ser un sacramento, la Última Comunión, inspirada en la Última Cena de Jesús.