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Desaprender el desamor

Por Jessica J. Lockhart.- Todos los seres humanos nacemos para amar. Como bebés, nos mostramos felices y florecemos cuando nos sentimos amados y esperamos y compartimos el amor como lo más natural del mundo. Pero a veces ocurren cosas que nos llevan a aprender algo diferente…

En teoría, todos los seres humanos comparten una idea, con pequeñas diferencias, de qué significa el amor. Todos sabemos qué significa, ¿verdad? Lo siento pero me temo que ese concepto está equivocado. Cada adulto humano comprende el amor según sus propias experiencias previas y cómo las haya interpretado.

Cuando los bebés vienen al mundo, confían, sienten conexiones y responden a la ternura, al cuidado y al afecto. No existe ningún bebé sano que nada más nacer se muestre desconfiado, desconectado o arisco. No serían las reacciones típicas, innatas de un neonato. Más adelante, cuando ocurren cosas en la vida, algunos niños y después adultos, podrán llegar a alterar cómo comprenden y reaccionan al amor.

En situaciones de abuso, el amor se convierte en algo distorsionado y nuestras creencias nos llevan a percibirlo como no deseable, peligroso e incluso cuestionable. Sin embargo, incluso en otras situaciones menos graves se puede interpretar el amor como algo negativo e inalcanzable. Imaginemos un par de posibles escenarios:

  1. Escenario 1: Un niño pequeño va a la escuela por primera vez y no es aceptado por sus compañeros. Los motivos podrían tener que ver con su imagen física, con cómo se comporta, con su manera de hablar o incluso con el momento en el que llega, si da la casualidad de que el grupo ya estaba formado y consolidado de antes. Es decir, el niño podría ser rechazado por cómo lo perciben los demás y no porque él haya hecho nada en particular. Cada vez que el pequeño se acerca a los demás, los compañeros le dan la espalda y fingen estar ocupados. Ese niño podría interpretar esas situaciones como pruebas de que el amor y la amistad no son para él; tal vez incluso que no los merece. Una vez esa idea germine en su cabeza, la proyectará de forma subconsciente en su realidad de tal forma que la creencia se confirme una y otra vez. Al crecer, su propia creencia le «dará la razón» y llegará a la edad adulta convencido de que «no merece ser amado.» Su proceso de aprendizaje tendrá como resultado el desamor. Su propia creencia le limitará de tal manera que de verdad acabará experimentando desamor.
  2. Escenario 2: A esta niña le repiten constantemente que es bonita y adorable. Sus padres son personas muy ocupadas que no disponen de mucho tiempo para ella y que la mantienen entretenida con cosas y actividades mientras que el resto de su entorno la mima con regalos y alabanzas. Como resultado, la niña acaba creyendo que el amor, los mimos y los regalos deben ir siempre de la mano y desarrolla la creencia de que no pueden existir los unos sin los otros. Al crecer, su creencia es algo parecido a: «el amor siempre va acompañado de regalos y atención. Si uno de ellos no está presente, no se trata de verdadero amor.» Así, cada vez que alguien intenta ofrecerle amor sin regalos ni mimos, su creencia le lleva a interpretarlo como algo diferente al amor verdadero. Al transcurrir el tiempo, acabará atrayendo  y reteniendo a las personas que le den cosas y le digan cuán bonita es y rechazando a quienes solo le ofrezcan amor. De esa manera, también acabarán recibiendo desamor; estará muy bien atendida pero dentro del desamor.

Ambos escenarios tendrán como resultado adultos no amados, personas que habrán aprendido a buscar el desamor. Sus procesos de aprendizaje les llevarán a creer en una imagen distorsionada del amor. Una vez desarrollen esas creencias, las comenzarán a fortalecer a diario, experiencia tras experiencia, demostrando así que su interpretación original fue la correcta.

Pero las cosas no necesitan ser así. Aquello que se aprendió una vez, se puede desaprender. La increíble plasticidad del cerebro humano nos permite adquirir y aceptar nuevas lecciones a lo largo de toda la vida. El aprendizaje no tiene límites. Todos podemos desaprender y aprender cosas nuevas durante toda la vida.

Así que si tú eres una de esas personas que aprendió a buscar y a vivir el desamor, pregúntate qué crees que acaba provocando ese tipo de no-amor. ¿Qué te dices cuando conoces a alguien que bloquea el fluir del amor? ¿Qué experiencias tuviste, grandes o pequeñas, que te llevaron a interpretar el amor como lo interpretas? ¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en amistad, parejas, padres o «seres queridos»? Identificar esos mensajes te revelará las creencias que los causan. Entonces dependerá de ti cuestionarlos o mantenerlos. Si decidieras cambiar tu interpretación del amor, comienza alterando tus creencias de tal manera que el auténtico amor pueda entrar poco a poco en tu vida.

Identificar las creencias es el primer paso. El segundo es cuestionarlas: ¿me dan lo que deseo? ¿Me ayudan o me limitan? Algunas creencias decidirás mantenerlas y otras desearás cambiarlas. Tomando SOLO UNA CREENCIA CADA VEZ, porque cambiarlas todas siempre provoca incertidumbre e inseguridad, intenta definir una posible interpretación alternativa que la pueda sustituir. Si solías creer que no merecías amor, intenta buscar una nueva interpretación de tu realidad que no te limite tanto. «No merezco amor» es una creencia muy limitante. ¿Por qué no le añades un «a veces» o un «algunas personas» como: «a veces merezco amor» o «merezco que algunas personas me amen»? O incluso esta otra, aún mejor: «merezco amarme.» Una vez elijas tu nueva declaración, adopta el hábito de repetírtela en voz alta, por escrito, cantando o de cualquier manera que se te ocurra, a fin de reforzarla y fortalecerla. Repítela un mínimo de 300 veces cada día. Si lo haces, tu cerebro comenzará a aceptarla poco a poco como una nueva posibilidad y se empezarán a producir cambios en tu vida, causados por la nueva creencia.

Aprende a desaprender el desamor y comienza a amarte para que te pueda amar el resto del mundo.

Y no te olvides de disfrutar de la vida… de TODA ella,

Jessica J. Lockhart

www.jessicajlockhart.com

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