Una empresa inglesa, que ha sido ya respaldada y subvencionada por la Unión Europea, está trabajando en zepelines ecológicos que estarán en funcionamiento a partir de finales de 2025.
Este dirigible se ha bautizado como “Airlander 10” y sustituirá a aviones comerciales de vuelos cortos (unos 300km). Algunas de las rutas de transporte ya confirmadas son Barcelona – Islas Baleares, Liverpool – Belfast, Oslo – Estocolmo y Seattle – Vancouver.
Airlander tendrá una capacidad de 100 pasajeros y generará una huella de carbono de 4.5 kg por cada uno, a diferencia de los 53 kg que genera un avión regular en la actualidad. La aeronave puede despegar y aterrizar desde cualquier superficie plana y, además de ser un proyecto amable con el medio ambiente, se espera genere 1.500 puesto de trabajo en la cadena de suministro.
“Este no es un producto de lujo. Hablamos de una solución práctica a los desafíos planteados por la crisis climática. Además, seguimos trabajando para crear dirigibles 100% eléctricos y con una mayor autonomía en el futuro” aclara el director ejecutivo de la compañía.