Por Gurú Neryna.- El arte es un concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano en las que expresa una visión sensible acerca del mundo que le rodea. Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones. En sus orígenes, el arte tuvo una función ritual y mágico-religiosa, de la que se le ha apartado con el pasar de los siglos. Sin embargo, poner en práctica nuestras habilidades artísticas podría ser de sumo beneficio en el camino espiritual.
El proceso de creación artística sirve para develar el carácter místico del ser humano. En la antigua civilización griega, se pensaba que los dioses o las musas infundían con su aliento ideas creadoras en los artistas por lo que éstos, antes de comenzar su trabajo, invocaban a las musas, las nueve hijas de Zeus que regían las artes y las ciencias, en demanda de inspiración. De aquí proviene el término, plenamente actual, de «estar inspirado» cuando se tiene una buena idea, ya que inspirar significa tomar aliento. Se concibe, entonces, la capacidad artística superior, como un don divino por el que el artista viene a ser un instrumento o un mensajero de un ente superior. Es por esta razón, que se considera que el proceso artístico sirve para establecer una conexión directa con otros seres en dimensiones superiores.
En la actualidad, dentro del campo de la psicología se han integrado el uso de la creatividad hasta evolucionar en una nueva disciplina denominada Arte Terapia. El Arte Terapia hace uso del proceso creativo para mejorar y aumentar el bienestar físico, mental y emocional de los individuos. Se basa en la creencia de que el proceso creativo, ayuda a las personas a resolver conflictos y problemas, desarrollar habilidades interpersonales, manejar su comportamiento, reducir el estrés, aumentar la autoestima, la auto-conciencia, y lograr mayor comprensión sobre lo que les afecta. Una de las mayores ventajas de utilizar el arte como terapia es su accesibilidad, ya que cualquier persona puede comenzar a practicarlo, sin necesidad de algún tipo de iniciación o de entrenamiento particular.
El arte puede ayudarnos de muchas maneras, pues además de conectarnos con otras dimensiones, también puede llevarnos a descubrir nuestro Ser Esencial -el que realmente somos, nuestra esencia-. Cuando analizamos la práctica artística desde una perspectiva espiritual, notamos que es una herramienta efectiva para abrir canales energéticos, deshacer bloqueos y transmutar vibraciones negativas en positivas. Algunos se preguntarán, ¿cómo es esto posible? Sencillo. Sabemos que el mundo espiritual es inmaterial y la mente humana lo percibe en colores. A cada uno de nuestros canales energéticos o «chakras» se le ha asignado un color que nos sirve para identificarlo y visualizarlo. Adicional a esto, nuestra propia aura en sí, vibra de un color que varía de persona a persona. Dicho de esta manera, el arte en nuestra vida espiritual podría verse como algo natural.
Una de las prácticas más efectivas para canalizar nuestras energías a través del arte es la de pintar o dibujar utilizando los colores de los chakras. Esto permite que la energía universal fluya a través de nuestro cuerpo al ritmo de cada pinceladas. Otra de las practicas recomendadas para abrir nuestros canales energéticos es la de pintar exclusivamente con el color del chakra que se encuentra bloqueado, esto permite que la energía universal se dirija a esa parte de nuestro cuerpo energético que necesita mayor atención.
Utilizar el arte como método de visualización, puede ayudarnos en el avance de nuestro ser espiritual. La creación de autorretratos que representen el lugar espiritual que deseamos alcanzar nos ayuda a tener una idea más clara de nuestras metas espirituales. Debemos tomar en cuenta que al realizar el autorretrato la meta no debe ser la de crear una obra híper realista de nuestro cuerpo físico sino más bien una representación conceptual o abstracta de nuestro ser en conexión con el universo. Recordando siempre que el propósito de esto es servirnos de guía y ayudarnos a mantener el foco en momentos en los que sentimos que nos estamos desconectando de nuestro Ser Esencial.
Como éstas, existen muchas otras prácticas artísticas que pueden ayudarnos a balancear nuestro cuerpo energético. Todo dependerá del interés de cada individuo. Para algunos, desarrollar habilidades musicales resulta más adecuado; otros prefieren el uso de la escritura. Sin importar cuál sea la práctica artística que se decida emplear, nuestro objetivo debe centrarse en darle movimiento la energía creativa divina. De esta manera aportamos activamente a la creación de una atmósfera de alta vibración en nuestro planeta que beneficia a toda la humanidad.