El cambio climático está alterando la distribución de algunas enfermedades, en algunos casos provocando epidemias o propagando enfermedades dentro de su rango natural, por ejemplo, el virus Zika en América del Sur o la enfermedad de Schouallenberg en Europa.
Marie McIntyre, de la Universidad de Liverpool, que ha dirigido este estudio, explica: «Aunque existe un vínculo bien establecido entre el cambio climático y las enfermedades infecciosas, antes no entendíamos cómo de grandes serían los efectos y qué enfermedades serían las más afectadas. La sensibilidad climática de los patógenos es un indicador clave de que las enfermedades pueden responder al cambio climático, por lo que evaluar qué patógenos son más sensibles al clima y sus características, es información vital si queremos prepararnos para el futuro», añade la científica.
El estudio se ha basado en una evaluación de cien patógenos humanos -virus, bacterias…- y otros tantos presentes en animales domésticos en Europa y que tienen un impacto sobre la salud.Sensibles al clima
Más del 60% de los patógenos examinados se muestran sensibles al clima. Y dos tercios de estos tienen más de un controlador climático, lo que significa que el impacto del calentamiento global sobre ellos será complejo, según explica el estudio.
Así, las enfermedades transmitidas por vectores de los insectos son las más sensibles al clima (como los mosquitos), seguidas de las propagadas por el suelo, agua y alimentos. Las enfermedades con mayor número de factores climáticos analizadas son: Vibrio cholerae (causa del cólera), Fasciola hepatica (causante de la enfermedad del hígado), Bacillus anthracis (causa del ántrax) y Borrelia burgdorferi (causa de la enfermedad de Lyme transmitida por picadura).
En relación a los efectos futuros, la investigadora señala: «Actualmente, la mayoría de los modelos que examinan los efectos del clima solo consideran un solo o como mucho dos factores climáticos, por lo que nuestros resultados sugieren que esto debería cambiar si realmente queremos entender los impactos futuros del cambio climático en la salud».
Los patógenos zoonóticos -los que se propagan de los animales a los seres humanos- también resultan, siempre según la investigación, ser más sensibles al clima que aquellos que afectan sólo a los seres humanos o solamente a los animales. El 75% de las enfermedades emergentes son zoonóticas y pueden verse particularmente afectadas por el cambio climático.
Sin embargo, los investigadores enfatizan que su respuesta al cambio climático también dependerá de los impactos de otros factores, como cambios en los viajes y el comercio, el uso de la tierra, la deforestación, nuevas medidas de control y el desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos.