Por Hector Espinoza.- La realtà non è mai come la si vede: la verità è soprattutto immaginazione. Renè Magritt
Soy mago, practico la magia verdadera, la magia del pensamiento, la que transforma realidades, la que cambia vidas, la que hace que todo lo bueno sea posible. Los magos verdaderos tenemos muchas tareas para cumplir nuestra misión. La misión de un mago es construir un mundo mejor, un mundo de libertad, de justicia, un mundo de paz, de amor, un mundo sin guerras, un mundo en el cual, el esfuerzo de los gobernantes esté dirigido a lograr el bienestar y la felicidad de sus habitantes.
Una de nuestras tareas es divulgar la práctica de la magia. Para ello realizamos diferentes acciones. Por ejemplo, contamos relatos mágicos. Hoy les contaré el relato del Charlero de Castro.
Se cuenta que el Charlero llegó a la ciudad de Castro Urdiales en España. Se dice que vino de un país de América del Sur. No se sabe exactamente por qué ni para qué. Lo cierto es que el Charlero afirmaba ser mago verdadero y contaba relatos mágicos y las personas que no creían sus historias lo llamaron el Charlero de Castro.
Pero a medida que transcurría el tiempo, el Charlero realizó muchas acciones que se consideraron actos mágicos, por lo cual alcanzó gran prestigio como mago. Y lo más importante, se le considera el creador de la magia verdadera, aunque él siempre afirmó, que el creador de la magia era el Gran Maestro.
Son tantos los actos mágicos que se atribuyen al Charlero y tantas sus historias, que el Gran Maestro las convirtió en el manual de la magia verdadera y todos los magos deben utilizarlo como guía para la práctica de la magia.
De las muchas historias que se cuentan del Charlero, es importante detenerse en aquella que habla de su regreso al país de origen. Se dice que en aquel tiempo ese país vivía una terrible crisis provocada por la ineficiencia de la dictadura que lo gobernaba y que ninguno de los dirigentes, que decían oponerse a la dictadura, había logrado conducir las acciones necesarias para producir el cambio que la mayoría de la población reclamaba.
Entonces el Charlero, utilizó todo el poder de su magia para convencer a esa mayoría de la necesidad de organizar un gran movimiento de unidad con un objetivo estratégico: el cambio. También los convenció de la necesidad de una táctica y la llamó desobediencia no violenta.
Explicó que serían acciones progresivas, de rechazo a las medidas autoritarias de la dictadura y que culminarían con la acción que definió como el verdadero paro y que una vez que se lograra el cambio, se convocara a unas elecciones libres y democráticas para que los ciudadanos decidieran el futuro del país.
Con el poder de su magia el Charlero ejecutó a la perfección todo su plan y su país se liberó de la dictadura y hoy es una próspera nación que vive en auténtica y verdadera democracia.
Del Charlero nunca más se supo, se habla de una misteriosa muerte. Se dice que con el poder de su magia se transformó en muchos magos para construir su mundo mágico, de paz, amor, libertad y justicia.
Otros dicen que se convirtió en música, poesía y amor para dar alegría y felicidad al espíritu de los seres humanos. Hay también quienes afirman que el Charlero nunca existió. En fin, el Charlero de Castro es uno de los misterios de la magia verdadera y uno de sus muchos relatos mágicos.