En España, existen ya ciertos ayuntamientos que ponen a disposición de la ciudadanía bolsas compostables.
Este tipo de bolsas reciben este nombre debido a su composición de fécula vegetal. Una vez se rechazan, se degradan biológicamente, sin dejar residuos tóxicos visibles o distinguibles.
Se han creado máquinas dispensadoras para cumplir con esta tarea. El funcionamiento será sencillo: los ciudadanos dispondrán de una tarjeta que, al acercar al dispositivo, les dispensará bolsas suficientes para los próximos 3 meses. Por supuesto, no se entregarán más bolsas hasta que ese periodo finalice.
De esta forma, no solo se pretende concienciar a la población del malgasto de recursos que solemos practicar, sino también reducir o incluso eliminar el uso de bolsas plásticas.
Activistas medioambientales y expertos de todo el planeta, exigen que este tipo de medidas deberían adoptarse en todos y cada uno de los países del mundo, dando al planeta Tierra la importancia y urgencia que merece.