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Un estudio realizado en los Países Bajos sugiere que las personas que se duchan con agua fría son menos propensas a enfermar que las que toman duchas calientes.
Estos estudios sugieren que darnos duchas de agua fría está relacionado con la estimulación del sistema inmunológico. Además, la inmersión en agua fría activa el sistema nervioso simpático, por lo que tú salud mejora casi de inmediato.
También se ha demostrado que las duchas de agua fría mejoran la circulación sanguínea y aumenta el metabolismo en un 350%, lo que incluso podría ayudar en la pérdida de peso.
Aparte de los beneficios físicos, los estudios confirman que las duchas frías también son beneficiosas para la salud mental, ya que aumentan el estado de alerta mental y mejoran la función cerebral, así como aliviar los síntomas de la depresión debido a la estimulación de los receptores de frío en la piel.
Como conclusión, podemos afirmar que, aunque una ducha fría puede ser desagradable al principio, puede ofrecer una serie de beneficios para la salud física y mental realmente increíbles.
