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El Karma y el Yo (Parte II)

Por José Giménez López.- Donde queda nuestra libertad:

Esto es fácil de entender si lo vemos desde dos puntos de vista. Desde el plano del ego o de la dualidad o desde un plano más elevado donde no hay dualidad. Por ejemplo, si os pregunto si la Tierra es plana o es redonda pues vemos que depende. Desde nuestro plano es plana y vivimos y actuamos de acuerdo con que es plana. Pero si nos vamos elevando del suelo, empezaremos a ver que es redonda. ¿Cuál de las dos es verdad? Las dos son verdad y se contradicen a sí mismas, pero siempre dependerá del punto de vista que tengamos.

Desde el punto de vista del ego la realidad es dual: es bueno o malo en función de si nos afecta o no nos afecta, pero desde un plano más elevado la realidad es neutra.

La espiritualidad entra muchas veces en contradicciones, como cuando decimos que lo único permanente es la permanencia o que lo único seguro es que no existe la seguridad en la vida.

Cada acto que realizamos en nuestro día a día no sólo depende de nosotros. Si nos vamos a la cocina a llenar un vaso con agua, si nos paramos a pensar el incontable número de acontecimientos previos que se tienen que suceder para que eso se pueda llevar a cabo nos quedaríamos asombrados. Es por esto que, ¿Quién ha llenado el vaso de agua? ¿Has sido realmente tú? Esto nos acerca un poco más a des identificarnos con el sujeto que realiza la acción, con lo que vamos a decir mejor que tuviste la intención de llenar un vaso de agua moviendo una palanca y resulta que así ha sido, pero podría no haber sido así por causas ajenas a tu control. Esto es lo que podríamos denominar el desatino controlado.

Si además nos paramos a pensar que el sueño, la digestión, los latidos del corazón y la mayoría de las funciones corporales se realizan por sí mismas sí que tengamos que hacer nada, mediante un complejo sistema jerárquico que funciona de forma autónoma, entonces, ¿qué es lo que maneja el mundo, los planetas, la realidad?

Es en este caso que a mí sólo me queda postrarme a que la Totalidad es un equilibrio perfecto que opera bajo una ley que todo lo gobierna. Y que todo y todos formamos partes de esto inseparablemente. Unos dependiendo de otros y que siempre se están reajustando desequilibrios para la vuelta al equilibrio. A esto es lo que el hermetismo llama el Todo y otros linajes y religiones denominan Dios o Divinidad.

La totalidad haría como la escritora de la historia y nosotros como los personajes que formamos parte de ella, con lo que el determinismo y libertad operan y bailan al mismo tiempo. Libertad, porque tu como personaje actúas con una intención, pero sin saber cuál va a ser su resultado. De ahí la frase de desapegarse del resultado. Y determinismo porque si el resultado se cumple o no, no depende de ti si no de este gran misterioso libro que es la vida.

Con esto me gustaría citar los dos primeros versos del Dhammapada:

{1} La mente precede todo lo conocible, la mente lo gobierna y crea.

Cuando uno actúa o habla con la mente corrupta, la insatisfacción causada por esto, le sigue como la rueda sigue a la pezuña del buey.

{2} La mente precede todo lo conocible, la mente lo gobierna y crea.

Cuando uno actúa o habla con la mente clara y confiada, la felicidad causada por esto, le sigue como su propia sombra que nunca se aparta.

Y terminar con una Cita de Su Santidad el Dalai Lama:

Karma significa acción, y la acción motivada por la compasión es buena.

Quejarse de que lo que te pasa es sólo el resultado de tu Karma es perezoso.

En cambio, recordando con confianza los consejos de que “Tu eres tu propio maestro”, puedes cambiar lo que pasa tomando acción.

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