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El lenguaje perdido

lenguaje-perdidoPor José Antonio Cordero.- Una semana movida por el lenguaje, por la trivialidad encontrada en muchos, por las faltas ortográficas y muy movida por aspirar al trilingüismo. Aprender nuevas lenguas abre nuevas avenidas en el cerebro y eso es bueno. Igual pasa con aprender música porque aviva el cerebro y se observa que los niños que aprenden música (la buena) tienen más capacidad de comunicación y un lenguaje más rico en palabras.

Padres y profesores protestan, con mucha razón, por obligarles a enseñar cualquier ciencia en inglés cuando sus profesores no lo hablan confluidez. Que un ciego guíe a otro ciego es un riesgo muy grande. Un profesor de Física si no domina el inglés ni sus alumnos tampoco, la clase terminará con mala química, una pérdida de tiempo. Hace 40 – 50 años se enseñaba francés e inglés en colegios e institutos por profesores de otras materias, y así nos fue. Después de varios años no sabíamos ni tener una mínima conversación fluida en inglés, eso sí, sabíamos muchos verbos y aprendimos a escribir el Don’t, pero hablar, res de res, nada de nada. Fue una educación basada en la teoría y no en la practicidad. Y de música, de los villancicos y la zambomba no salíamos.

Un niño de 2-3-4 años va componiendo su lenguaje, es capaz de poner los tiempos del verbo en su lugar y nos sorprende con sus buenos comentarios. ¿Cuánta gramática aprendió? Ninguna. Aprendió a través del sonido, de escuchar el lenguaje de los mayores, después el nene va creando poco a poco sus propias composiciones. El lenguaje se aprende con facilidad a través del sonido y se perfecciona la lengua hablada cuando la conexión entre la conciencia del individuo conecta con la lengua materna o la lengua predominante. La grandeza viene cuando ya sabiendo hablar aprende su gramática, esto le hace ahondar más en la riqueza del propio lenguaje.

Muchos estudiantes aborrecen las lenguas cuando el sistema de enseñanza es a través de mucha gramática en vez de muchos sonidos, de una buena

expresión hablada. Un profesor que domine su materia, si también domina el arte del lenguaje, se convierte en un mago de la enseñanza, su fuerza está en su capacidad de transmitir a través de las palabras la riqueza de su conocimiento, porque mucho conocimiento ‘prensado o memorizado’ en el cerebro sin capacidad expresiva no llega a penetrar en la conciencia del estudiante. La capacidad de captación del estudiante depende de su nivel consciente. El sonido entra con facilidad, se puede hablar de muchas formas, con analogías, con ejemplos… esto es hace más por el estudiante que prensar teorías en sus mentes. Primero, práctica o sonidos, y después la teoría para que se produzca un asentamiento firme y comprensible.

Demasiada teoría y poca practicidad suele terminar en rechazo o aburrimiento, cuando el proceso se invierte la teoría llega a calar más y en menos tiempo. En clases de lenguas extranjeras es mejor poner más atención al sonido de las palabras y poco a poco entrar en sus significados. 3-4 años deberían ser suficientes para dominar un idioma. En el sonido está contenida la forma o significado, y en la forma sus cualidades. La cualidad la reconoce solamente la conciencia.

¿Dónde comienza el lenguaje? Antes de pronunciar o escribir una palabra, su computación comienza en el cerebro, pero antes inicia su primer impulso desde el silencio de la mente. ¿Por qué la A es la primera letra de las principales lenguas? Porque es el sonido más abierto y además surge desde el nivel más profundo de la garganta, las otras se pronuncian desde niveles más altos, hasta la ‘m’ que finaliza con los labios cerrados. En lo más profundo está la A, pero aún más profundo está el silencio, como origen del Lenguaje. La “A” está al final de todo, allí está en la lejanía, pero lo más lejano se convierte en la madre de todas las letras. Lo mejor es descubrir que lo más lejano es lo más íntimo. Cada fisiología está muy vinculada a la región donde nació, igual pasa con cada lengua, cada una vinculada a cada región o país. La fisiología y la lengua provienen de la conciencia pura. Por eso es vital que la educación comience a enseñar ya, pero ya mismo, ese lenguaje perdido, como es el arte de trascender, el arte de bucear en el silencio que habita en lo profundo del corazón, donde nada más que el sentimiento puro existe. Aquí comienza el lenguaje en toda su pureza, por eso saber hablar o escribir es más que conocer mucha gramática, es la capacidad de expresarse desde el corazón y poder transmitir aquello que se siente, la palabra que nace del corazón es capaz de todo. Hablar con mucho tecnicismo y con poco corazón no llega a transmitir lo deseado. Hablar con un lenguaje muy recortado es síntoma de mala salud mental. Un docto atormentado transmite un laberinto muy cruzado. La trivialización del lenguaje es síntoma de mala salud y de un malísimo sistema educativo.

Hablar mucho no está relacionado con saber hablar. Saber hablar es el arte de transmitir cuánto sientes desde tu profundidad y sacar fuera aquello que sabes. Quizá los estudiantes repudian la gramática española, como el inglés, porque la forma de enseñanza no es correcta y llegan a aborrecerlas. Ninguna lengua es un laberinto, ninguna es compleja. Aprendiendo el lenguaje del silencio la lengua materna comienza a fluir mejor, cuando hay mucha fluidez, la gramática es una ciencia maravillosa y se adquiere una profundidad mayor en todo, a mayor sabiduría mayor felicidad. Aprender idiomas es más fácil cuando recuperas el lenguaje perdido.

El aprendizaje de las lenguas debería ser motivo de alegría. Las clases de tortura no deberían existir, no se puede permitir que un alumno sufra aprendiendo, eso es síntoma de mal sistema. La vara, la intimidación o la amenaza de perder la beca muestran un mal sistema. La educación debe ser atrayente y lo es cuando el educador es capaz de conectar con el estudiante. El educador debe recuperar el lenguaje perdido y el estudiante debe encontrar el principio de su lenguaje.

Recuperar el lenguaje perdido nos ayudará a comunicarnos mejor con todos. La comunicación debe ser fértil y enriquecedora y no ser un `pasatiempo’. Pero hay algo más maravilloso todavía y es que cuando se recupera ese lenguaje perdido, el lenguaje del corazón, tendremos mayor capacidad de comunicación con los seres queridos incluso con los que no viven con nosotros. Sí, porque el lenguaje perdido es el lenguaje del amor, que nos conecta con todo lo existe, la distancia no existe y ya sea que estés lejos, más cerca o aquí mismo, la palabra que bucea en el silencio siempre encuentra su destino. El poder de la palabra no tiene límites, incluso alcanza a aquellos que no viven en este mundo.

Muchos dolores desaparecerían si supiésemos bucear con tan sólo una palabra, que con seguridad encontrará a su destinatario. Así pues, encontrar el lenguaje perdido nos ayuda a aprender mejor, a comunicarnos mejor en el ámbito estudiantil, profesional y familiar, y además nos mantiene unidos con los seres queridos que nos dejaron, las palabras en el silencio del corazón son el bálsamo perfecto para el dolor de la separación.

¡¡Una palabra tiene más fuerza de lo que podamos imaginar!! Todo depende de cómo se diga y desde dónde se diga.

Feliz y fértil semana.

Un abrazo familiar

Dr. José Antonio Cordero

Director AGRICULTURA VEDICA MAHARISHI

 

========================== CITA CON LOS GRANDES ==============

•     “Palabra adornada no es sincera”. (Lao-Tsê)

•     “La abundancia de palabras inútiles es un síntoma cierto de inferioridad mental”  Gustave Le Bon

•     “La trivialización del lenguaje es síntoma de la mala salud mental” Dr. Juan Rof Carballo

 

AGRICULTURA VEDICA MAHARISHI

www.agriculturavedicamaharishi.org

PEDIDOS POR TELÉFONO : 951 322 775

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