Noticias Mindalia.- Pocas veces todos los países están de acuerdo sobre qué prácticas son buenas y cuales no lo son tanto. Así, cada año asistimos a diversivas polémicas y opiniones contrapuestas entre estados sobre temas internacionales como el Protocolo de Tokio relacionado con la contaminación, el calentamiento global, etc.
Sin embargo, lo que nadie parece dudar, es que las matanzas de delfines que anualmente se realizan en la Bahía de Taiji van en contra del derecho a la vida de los animales.
Se calcula que cada año se asesinan en esa zona unos 25.000 ejemplares. Los embajadores de Estados Unidos o de Reino Unido, han tachado la práctica como ‘inhumana’.
Diversos grupos ecologistas como Sea Shepered han pedido en repetidas ocasiones que se le ponga fin, al igual que, el 1 de septiembre se han organizado una protesta mundial contra este evento tradicional japonés, frente a las embajadas del país nipón en todo el mundo.
Ya en marzo de este mismo año, y tras las miles de críticas generadas, el Tribunal Internacional de la Haya prohibía la caza de ballenas en la Antártida, después de que Australia demandará a los japoneses por matar a estos mamíferos bajo la excusa de que se era por motivos científicos.
Aun así, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, dijo que se trataba de un modelo de pesca tradicional y que se trata de ‘llevar a cabo una investigación científica indispensable’ para gestionar la población de ballenas y que reiniciarían su actividad en la Antártida pese a la prohibición de la Haya.
Ahora, como cada año, los pescadores de Taiji guían a cientos de delfines hacia la bahía, donde algunos ejemplares se eligen para venderlos a parques marinos, otros se dejarán libres y el resto serán destinados al consumo humano.
La caza comienza este mes y concluirá en marzo, tiñendo la bahía de rojo sangre y dejando tras de sí un gran número de muertes.