El niño de Turkana, también conocido como niño de Nariokotome, es un fósil esqueleto casi completo. Pertenece a un “Homo Ergaster” hallado hace 37 años en el lago de Kenia y es nuestro ancestro mejor conservado.
El hallazgo de dichos restos fósiles fue decisivo en la historia del mundo ya que, su descubrimiento, afirmó a científicos e investigadores la coexistencia del Homo Erectus y el Homo Habilis durante una misma época, hace más de 1’5 millones de años.
Según los paleontólogos, los restos fósiles pertenecerían a un niño de entre 8 y 13 años. Aunque los restos encontrados han sido los más completos hasta la fecha, resolver los enigmas que guardan nuestros ancestros resultan aún difícil de descifrar.