Por Irene Rojas.- Hola! hoy quería traeros un artículo con un tema que a much@s os puede interesar…EL PERDON! una cosa aparentemente tan difícil de aplicar a veces, pero no porque lo sea, sino por el concepto que se ha creado acerca de ella. y os explicare el porque, allá vamos 🙂
El verdadero perdón se consigue cuando cada uno nos perdonamos a nosotros mismos.
Generalmente en nuestra cultura, este concepto lo relacionamos con los demás; alguien nos daña y nos ha hecho mal y se nos pide que perdonemos a esta persona por todo lo que nos ha hecho (queriendo o sin querer). La gente nos daña, y nosotros, debemos de dejar todo el rencor y el dolor hacia un lado y saber entender a la persona que nos ha dañado. En este caso, la otra persona aparece como individuo/agresor, y nosotros como victima.
Por lo tanto, en nuestra cultura, el perdón se relaciona con un rencor y odio que debemos suprimir para poder seguir avanzando en nuestra vida. Pero ¿no crees que todos estos rencores se acumulan poco a poco en tu vida? cuanto mas intentemos eliminar este dolor que nos ha herido, menos lo conseguimos.
Y ¿porque surge el dolor? el dolor surge a raíz de que nosotros mismos lo creamos. Tenemos ciertas expectativas acerca de la gente; estamos programados para sacar conclusiones de quien nos trata bien y se merece nuestra confianza y quien no. Depende de nuestras creencias, por ejemplo, si alguien nos miente, esa persona nos “hace mal”, intencionadamente es una mala persona. Y de ahí surge un rencor hacia esa persona, y pensamos : “pero que habré hecho yo…con lo buen@ que soy!”, pocas veces aceptamos las situaciones y las valoramos tal y como son.
Entendemos entonces, que, nosotros mismos nos dañamos ya que no podemos evitar que la gente nos trate como nosotros queramos. El sufrimiento y el concepto de tener que perdonar, desaparecen cuando aceptamos que no hay nada que perdonar, que NOSOTROS MISMOS NOS DEBEMOS DE PERDONAR, ya que si no lo hacemos, nos perjudicamos a nosotros mismos.
La sociedad nos ha educado como víctimas, y debemos sentirnos dañados para poder mantenernos firmes ante los demás.
Siempre escucho gente quejándose, y pienso: “ojalá esta persona se daría cuenta de todo el dolor que se genera a sí mism@”. Y todo esto desaparece, cuando aceptamos las personas y las situaciones tal y como son, analizando las situaciones…
En conclusión, tú te tienes que perdonar a ti mism@. Perdónate por no haber reflexionado, por no saber a veces como actuar, por no haber sabido entender su comportamiento… todos somos seres humanos que se equivocan…yo la primera! pero, en definitiva, debemos mirar con el corazón y ver lo que realmente sentimos, y no lo que pensamos.
Y te darás cuenta, de que, el amor y la compasión nos mueve más que el odio y el rencor. Nos mueve más la sonrisa de la gente, que los desprecios de un desconocido.
El perdon, llega y llegará, ahora o luego, ya que es la naturaleza humana.
Asi que despierta! que la vida es tan bonita… y tu aún pensando en lo que te dijo el vecino hace 3 meses, porque te ralló sin querer el coche! y ¿no te has fijado en las flores que han salido en tu jardín? son de un color violeta tan hermoso, que si las observarías por un momento, quedarías paralizad@ con su belleza.
Para finalizar, me gustaría que reflexionaras a cerca de tu vida ¿Tú también tienes aún gente en tu baúl de los recuerdos que no logras perdonar? dale una oportunidad a la vida, a lo positivo y bonito de verdad y réstale a lo demás. Este artículo es para que reflexiones y me comentéis vuestras experiencias.
¿Que os ha parecido el artículo? Espero vuestros comentarios 😉