Por Ramiro Calle.- Ha venido a visitarme al centro de yoga Shadak. Se trata de Helio Clemente. Siempre que le necesito y quiero servirme de sus habilidosas manos para cualquier arreglo, enseguida acude a prestarme su valiosa ayuda.
Tanto es así que en broma le he nombrado el «jefe de mantenimiento de Shadak». Helio es uno de esos amigos del alma que te inspiran para darle sentido a la vida. También lo era de mi hermano Miguel Ángel.
Durante más de un año intervino como contertulio en el programa que hacíamos en directo en la radio, la Tertulia Humanista. Es pintor, escultor, restaurador y tiene también grande dotes literarias, como ha demostrado con su magnífica obra «Despertares Infinitos».
Es un corazón noble, siempre dispuesto a defender a los desvalidos o necesitados. Le considero un auténtico karma-yogui. Es sumamente polifacético y lo impregna todo con su sencillez, buen sentido del humor y cariño, Su escultura de Jesús meditando es extraordinaria. Si lo deseáis, podéis visitar su Facebook. Detrás hay una mente muy positiva y creativa, una mente amiga, la de Helio Clemente.