Por Alejandra Olave.- “Si no hubieras sufrido como has sufrido, no tendrías profundidad como ser humano, ni humildad, ni compasión. No estarías leyendo esto. El sufrimiento abre el caparazón del ego, pero llega un momento en que ya ha cumplido su propósito. El sufrimiento es necesario hasta que te das cuenta de que es innecesario” Eckhart Tolle
Eckhart Tolle nos dice aquí una gran verdad, que el sufrimiento tiene un propósito. Estamos programados para evitar el dolor a toda costa. Si nos duele algo o tenemos alguna enfermedad, lo primero que hacemos es tomar medicamentos, intentar taparlo. Si estamos sufriendo por algún tema, tratamos de no hablar de eso, salimos con nuestros amigos, nos distraemos y ocultamos el dolor que sentimos. Creo que especialmente a los hombres se les enseña desde pequeños a no sentir, “los hombres no lloran”… que gran tontería.
Vemos el sufrimiento como algo negativo y de lo que debemos escapar, obviando su verdadero propósito: Romper la caparazón del ego. ¿Qué significa esto?
La mayoría de personas vive en modo automático. Piensan que el propósito de la vida es conseguir logros externos: tener un buen trabajo, una linda casa, un marido, mujer, hijos, etc. Se ven a sí mismos como seres carentes que necesitan de cosas externas para completarse y ser felices. Viven pensando que son víctimas de las circunstancias, creen que las cosas les pasan al azar y que no tienen control sobre muchos de los acontecimientos de sus vidas. Este es el ego, aquella parte de nosotros contraria a nuestra verdadera esencia, que se identifica con el mundo tal como lo ve y lo percibe como real. Por otro lado está nuestro espíritu, que es amor y consciencia eterna. Nuestro espíritu sabe que absolutamente todo lo que nos pasa tiene que ver con cómo estamos por dentro. Romper la caparazón del ego es esto. Es tomar consciencia de que, en realidad, somos seres espirituales creando nuestras vidas a cada instante.
Sufrir nos lleva a hacernos preguntas… “¿Por qué yo?, ¿Por qué me pasó esto?, ¿Cómo pudo suceder?, ¿Qué hice para merecerlo?, etc.”… Y hacernos preguntas, muchas veces, nos lleva a encontrar respuestas.
El sufrimiento y las dificultades por las que pasamos nos están llevando a salir del “modo robot” en el que solemos vivir, a cuestionar nuestro sistema de creencias, a expandir nuestro nivel de consciencia y a conectarnos con nuestro poder interior. La casualidad, la injusticia o la mala suerte no existen. Simplemente estamos viviendo aquello que necesitamos experimentar para evolucionar, para ser mejores, para CRECER. Por eso, no te resistas al sufrimiento ni huyas de las situaciones “desagradables” de tu vida. Mejor pregúntate “¿Para qué mi inconsciente ha creado está situación?”, obsérvalo desde fuera y date cuenta de que ahí existe una gran oportunidad de sanación y de crecimiento personal. Integra la lección y decide seguir adelante ya convertido en una mejor versión de ti mismo.
Alejandra Olave