Por José Antonio Cordero.- En la palanca de cambio está el llamado punto muerto, y desde allí se tiene acceso a cualquier marcha.
En física cuántica es el campo unificado el origen de todo movimiento.
De forma similar nosotros tenemos otro tipo de punto muerto y se encuentra entre los tres estados diferentes de conciencia: vigilia, dormir y soñar. Cuando estamos en vigilia y pasamos al estado de dormir, se cruza ese punto, igual que cuando se pasa del dormir a la vigilia. Los tres estados de conciencia están interconectados gracias a ese punto que se llama Conciencia Trascendental. El cambio se puede hacer rápidamente o lentamente.
Vigilia, dormir y soñar, cada uno es diferente y en estilos de funcionamiento del sistema nervioso, por tanto las actividades mentales difieren.
¿Qué característica tiene el cuarto estado de conciencia trascendental? Es un estado de plena quietud, al mismo tiempo tiene en el mayor dinamismo porque es la fuente de todo cambio, es el principio de toda actividad. Es un estado ordenado y coherente, desconectado de los campos activos, por tanto allí no hay tiempo, ni lugar. No es un punto fijo, es tan amplio como infinito.
Cuando se cambia al estado de muerte o cese total del cuerpo, antes hay que pasar por el cuarto estado de conciencia, igualmente se puede hacer rápidamente o lentamente. Se dan muchos casos de personas que lo hacen lentamente, que retienen o contemplan mejor el paso a la muerte, si desde allí se vuelve a la vida se producen grandes cambios físicos, porque han permanecido un tiempo en un gran estado de orden. Tal es el caso de personas hospitalizadas y diagnosticada con muerte inmediata y que recuperaron su salud parcialmente o al menos salieron de su grave enfermedad. Hay testimonios de gran certeza.
Conocemos el caso de una señora con fallo renal tan severo que le produjo un coma, los médicos diagnosticaron que la muerte llegaría en pocas horas, pero no sucedió así y salió del coma. Esta mujer describió sentir cómo estaban las personas a su alrededor y les escuchaba perfectamente, desde ese estado se produjo una recuperación extraña para sus médicos, comenzó a orinar exageradamente, después abrió los ojos y comenzó a hablar; se recuperó de aquella lesión, salió de cuidados intensivos y pasó a lista de espera de trasplante que se produjo semanas después; recibió el riñón de un fallecido en accidente de tráfico y esta señora vivió siete años más y falleció también de accidente de tráfico, cosas del juego kármico, que ahora no interpretamos aquí.
Personas que ha sufrido de cáncer han vuelto a recuperarse también en situaciones parecidas. ¿Qué es les ha sucedido? Que cualquiera que pase lentamente por el cuarto estado de conciencia va a beneficiarse de las características de ese estado, es decir, orden, dinamismo, coherencia o inteligencia. Dicho de otra forma, un cuerpo enfermo sometido al cuarto estado de conciencia trascendental es afectado. La enfermedad es una alteración, es un desorden, que al ser sometido al estado ordenado la enfermedad remite considerablemente.
Esto indica que los estados mentales influyen en la fisiología. El estado de conciencia trascendental cuando se activa mejora la fisiología. Ahora bien, hay que puntualizar que el cuarto estado no admite imitación, ni idealización, es decir que desde la conciencia de vigilia y mucho menos desde estados superficiales de la mente no se pueden obtener los beneficios reales de orden perfecto, máxima coherencia e inteligencia que ofrece el cuarto estado. La imitación o intento de visualización produce ligeros beneficios, los propios de tener pensamientos más calmados o no estar dominados por la agresividad interna. No es lo mismo pensar dulcemente que pensar agresivamente, la actividad mental queda marcada en la fisiología. No es lo mismo ‘tratar de ser Rey’ que ‘ser Rey’, no es lo mismo ‘tratar de ser consciente del cuarto estado´ que ‘ser consciente del cuarto estado’.
Con la mente se pueden hacer muchas cosas, es un campo inmenso y tan extraordinario como peligroso. Hay que tener mucho cuidado con la mente y sobre todo con los juegos mentales que tan de moda están.
La naturaleza tiene unos mecanismos muy simples de funcionamiento, cuando se cambia de vigilia a dormir si se hace lentamente el beneficio es grande, y ese cambio no depende de la tenacidad o empeño, es más una habilidad fisiológica. Dormir descansado permite un cambio lento y el que está extenuado cae en el dormir. La lentitud en el cambio de estado es muy beneficiosa para el cuerpo y para la mente porque se impregnan de orden, coherencia e inteligencia.
‘Tratar de ser consciente’ del orden interno es una pantomima considerable, aunque esto sea mejor que ‘subirse por las paredes’. Tratar, controlar, concentrar, barrer situaciones mentales, son las artimañas humanas para conseguir cosas, y bueno, allí donde se pone la atención se crece, pero ¿hacia dónde se está creciendo?
La Conciencia Trascendental no permite imitaciones, pero es accesible para todos porque nos pertenece por derecho de nacimiento. Pero si se pasa fugazmente por ella no se percibe ni nos beneficiamos.
Tratar de imitar a la persona que se curó por estar en ese estado un cierto tiempo no es la metodología adecuada, porque la mente en vigilia no percibe la conciencia trascendental a menos que sepa trascender.
Trascender no significa mover situaciones o impactos recibidos, ni es poner una emoción y llevarla de aquí al desván del olvido.
Trascender sucede de la misma manera que cuando la mente va desde la vigilia al dormir. Para ello existe la técnica Meditación Trascendental que permite suaves momentos de ir a niveles más profundos e impregnarse de la cercanía de la conciencia trascendental, por eso el cerebro cambia tanto como el cuerpo durante esta técnica. Son breves los momentos en donde la mente entra en la conciencia trascendental y vuelve a salir, cada día esa experiencia con la práctica regular va aumentando, y el orden comienza a dominar cada vez más en la mente y en el cuerpo.
¿Qué hizo la mente para pasar de vigilia a dormir? Nada, fue un mecanismo simple. Pero necesitamos una técnica muy sencilla para que la mente, acostumbrada a complicarlo todo y a manejar a su antojo, sepa seguir unos pasos muy simples para que la trascendencia se produzca, por eso la técnica Meditación Trascendental es bien conocida como la técnica de la Inocencia.
La Conciencia Trascendental es el Campo de Todas las Posibilidades, desde allí cualquier cosa es posible. ¡¡Todo es posible!!
Tenemos el tesoro dentro y lo seguimos buscando fuera, incluso en los espacios considerables que tiene la vigilia, en ese mundo que llamamos consciencia o consciente que puede crear situaciones tan fascinantes como fantasiosas.
Vivir el ahora no es vivir intensamente o gloriosamente las cosas que se perciben, porque mientras la conciencia trascendental siga allí, desconocida, este mundo será nuestra fantasía, pero no será la verdadera realidad trascendental.
La Conciencia Trascendental es la madre de sus tres hijos: vigilia, dormir y soñar, y ¿qué hacen sus hijos sin conocer a su madre? Pues vivir desmadrados.
Si todo está en ese punto muerto, en ese cuarto estado de conciencia, qué narices estamos haciendo yéndonos por las ramas. Qué nos gusta complicarnos la vida, y qué nos atraen las fantasías animadas, como decían los dibujos animados de hace cuarenta años. Sí, ya pasaron cuatro décadas y la complejidad del hombre siguen en aumento.
Cuando actuales educadores, sicólogos y más especialistas sepan que el cuarto estado de conciencia es también el campo del conocimiento puro van a darse cuenta del tiempo perdido. Civilizaciones sometidas al estudio teórico que cuánto más se conoce más aumenta lo desconocido. Ese es el tremendo fallo educativo, y venga embutir teorías en la mente.
Es normal que la desorientación llegue, pero cuidado con un detalle, la orientación no viene con saber domesticar la vigilia, como hacen métodos mentales. Activar la vigilia, estar más atentos, es simplemente vigilia, y nada más.
El Campo Unificado se puede estudiar teóricamente y no comprenderlo subjetivamente. El estudio objetivo de cualquier ciencia es como regar las hojas del árbol. Olvidar la raíz es el grave error, y la raíz no es saber qué nos pasa durante la vigilia. La raíz es la conciencia trascendental que no debería pasar fugazmente por delante de nosotros, es una verdadera lástima que aquello que nos enriquece sea menos preciado. Se deja tanto pasar el tiempo hasta que se llega a perder.
El sistema nervioso humano está capacitado para la coexistencia de la vigilia con la conciencia trascendental de forma permanente, ese estado se denomina Conciencia Cósmica o Nirvana, y se produce por experiencias repetidas de trascender. Aparece igual que cuando salimos de un largo sueño y despertamos, por eso se llama el despertar de la conciencia, la Iluminación, es un estado de conciencia que no admite imitaciones. La Iluminación o Nirvana se vive las 24 horas del día y se distingue porque la conciencia trascendental no desaparece nunca de ningún escenario mental. En la Vigilia el orden, coherencia e inteligencia siempre están presentes, en el Dormir será igual de ordenado pero siendo conscientes del dormir, no como ahora que no sabemos ni dónde fuimos, es la forma más despierta y gozosa del dormir.
Las 24 horas pasan a la eternidad dando el paso hacia la muerte que será gozosa, despierta, clarividente y de movimiento ilimitado, “como ave que no falta pluma”.
La dicha del vivir alcanza su punto culminante en la muerte iluminada.
**** CITA CON LOS GRANDES ***
“Más allá de las ideas de actuar correcta o incorrectamente, existe un campo. Y es allí donde me reuniré contigo.” – Rumi
“Transforma tu cuerpo entero en visión, hazte mirada.” ― Rumi
“En el reino del alma hay cielos que dominan al cielo de este mundo.” – Rumi