Por Ramiro Calle.- Debería haber en el bachillerato una asignatura que se llamase «El trabajo sobre uno mismo» o «Trabajo interior». Se nos han enseñado muchas cosas y muy pocas realmente utiles para lograr pa paz interior y la armonía.
El trabajo interior es el que se hace sobre uno mismo para completar el proceso sano de individuación, madurar emocionalmente, desarrollar la consciencia y obtener una mente clara y un corazón compasivo. Es el trabajo mas serio y revelador y debería ser un firme propósito en nuestras vidas. Nos otorga un valioso sentido y nos permite poner los medios para ir logrando la evolución consciente y humanizarnos. Nadie puede efectuar este trabajo por nosotros. Uno se convierte en su propio mentor, pero contamos con las enseñanzas y métodos que nos han legado las más grandes mentes realizadas. Se trata de una estrategia esencial y que concibo incluyendo lo siguiente:
) Ética genuina.
) Trabajo consciente sobre el cuerpo, siendo el más inteligente el verdadero hatha-yoga y sus numerosos y variados procedimientos.
) La meditación y las variadas técnicas de concentración, visualización y desarrollo mental.
) El adiestramiento en un discernimiento más lúcido, imparcial y equilibrado.
) El intento por estar más consciente.
) La autoobservación para irse conociendo y saber qué transformar y mejorar. Incluye la denominada en el yoga triple autovigilancia: la de la mente, la de la palabra y la de la acción.
) La superación de emociones insanas (odio, celos ,envia, rabia, resentimiento, avidez y otras) y el cultivo y expresión de emociones sanas (generosidad, tolerancia, compasión y otras).
) El fomento de relaciones cooperantes y constructivas, inspiradas en el afecto genuino y la empatía.
) La actitud vital adecuada, basada en la atención consciente, el sosiego, la ecuanimidad y la lucidez.
Hay que tender un puente entre la práctia asidua y la vida cotidiana, convirtiendo la meditación y el trabajo interior en una técnica de vida y la vida en una meditación.
Ramiro Calle