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Varios investigadores de la India, aseguran que el yoga puede servir para reducir la presión arterial en aquellas personas que sufren prehipertensión, concepto utilizado para quienes tienen unos niveles ligeramente elevados y que probablemente acabarán desarrollando hipertensión más adelante.
De ahí, que hayan propuesto la práctica diaria de yoga, durante al menos una hora al día, con el objetivo de prevenir este factor de riesgo cardiovascular.
Tanto la prehipertensión como la hipertensión aumentan el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca, por lo que se recomienda una mejora en hábitos diarios, entre ellos el yoga.
El estudio investigó el impacto del yoga en la presión arterial de 60 personas con prehipertensión que no presentaban ninguna otra enfermedad ni factor de riesgo cardiometabólico. El yoga incluyó ejercicios de estiramiento, control de la respiración y meditación, que eran guiados por un profesor y de forma individual durante un tiempo determinado.
A los participantes se les inculcaron cambios en los hábitos de vida basados en la práctica de ejercicios aeróbicos, una mejor alimentación y dejar de fumar, entre otros.
Entre el grupo de participantes, de distintas edades, sexos y hábitos, la presión arterial media un día después del inicio del estudio era 130/80 mmHg en el grupo de yoga y 127/80 mmHg en el grupo control.
Sin embargo, mientras que en el grupo control no se produjo ningún cambio significativo de la presión sanguínea, los ejercicios de yoga sirvieron para reducir entre 4,5 y 4,9 mmHg la presión arterial.
Entre las posibles causas de este beneficio, con este estudio se cree que puede deberse a que el yoga disminuye la unidad simpática, restablece los barorreceptores y causa efectos neurohumorales, en definitiva se obtiene como resultado final que el yoga ayuda a prevenir la hipertensión.
