Un estudio publicado en una famosa revista científica revela que la selva tropical de África perdería entre el seis y el nueve por ciento de su capacidad para capturar carbono atmosférico si estos animales llegaran a desaparecer.
Los elefantes modifican la estructura de las selvas a través de múltiples vías, y una de ellas se debe a su forma de alimentarse, pero, para explicar este fenómeno primero debemos saber que existen diferentes tipos de madera por la que están compuestos los árboles.
Se pueden clasificar en dos tipos: árboles de madera ligera y árboles de madera pesada. El primero (árboles altos y que crecen rápido) son capaces de capturar menos C02 de la atmosfera, mientras que el segundo (árboles que se desarrollan lentamente e incluso lo hacen en la sombra) capturan una mayor cantidad de CO2 y por lo tanto ayudan más a combatir el cambio climático.
Pero ¿qué tiene que ver esto con los elefantes? Pues estos mamíferos se alimentan de los árboles que capturan menos dióxido de carbono, ayudando indirectamente a los otros a que tengan más espacio y nutrientes del suelo para crecer.
Además, los elefantes son magníficos dispersores de las semillas, ya que, al comer sus frutos, estas pasan inalteradas por su intestino y son liberadas de nuevo a través de las heces, donde germinan y producen nuevos brotes.