Por Denise.- Hola buen día queridos lectores!!! Esta es una primera, simple y breve introducción a lo que posteriormente nos adentraremos para conocer y entender nuestra biología como seres humanos y cómo funcionamos nosotros, nuestro cerebro, mente, cuerpo, alma y vida.
Tal como el título lo expresa: «Enfermamos sin saberlo»…algo que puede sonar más que obvio con sólo leerlo no? y si, ya que es lógico que nadie busca estar con dolencias o padeciendo síntomas físicos incómodos y desagradables.
Obviamente todos, o casi todos, buscamos ver que pudo a ver pasado cuando pescamos por ejemplo, un resfriado o gripe. Y nos consolamos diciendo que «es la época», » hay un virus dando vueltas», » te bajaron las defensas», «estamos todos igual» etc…cuando es efectivamente cierto para algunos….pero no para otros….por qué no para todos entonces? Qué es lo que tienen en común las personas a las que le agarra en «esa época», el «virus que anda dando vueltas», a los que justo » les bajó las defensas» y están en el mimo grupo de los enfermuchos? La respuesta es: Lo que previamente pensaron, sintieron y vivieron en su día a día, su vida misma y cómo canalizaron cuánto les afectó. Es que a veces pasa tan desapercibido un pensamiento volátil que imaginamos que nunca podría afectarnos…el problema es que ese pensamiento es pura energía sin materializar.
Miren, una emoción es un movimiento del alma o del ánimo, algo que nos sacude o nos ‘con-mueve’. El verbo francés provenía del latín emovere, que significaba ‘remover’, ‘sacar de un lugar’, pero también ‘sacudir’, como suele hacer la emoción con nuestro ánimo. Entonces, al momento de transformase aquel pensamiento en una emoción, desencadenó, sin que nos diéramos cuenta, un sinfín de procesos biológicos en nuestro cuerpo. Nosotros seguimos nuestro dia a día, pero ese impacto emocional quedó en la memoria del cuerpo y a éste y nuestro cerebro, usando sus reservas y energías para reponerse de eso y por lo tanto, haciendo al grupo de personas que pasaron por la “crisis”, vulnerables al medio ambiente. Entonces, puede haber potenciales riesgos externos, ese no hay duda, pero esos peligros latentes asecharan más de cerca a aquellos que han dejado, sin darse cuenta, una ventana tanto mental como corporal entreabierta para que accedan. Enfermaron sin saberlo…
Por eso, los pensamientos aparecen solitos, están y estarán siempre presentes en nuestra mente, si logramos atenderlos y concienciarnos a tiempo antes que den rienda suelta y terminen una emoción, entonces podremos sanar con saberlo.