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Envenenamiento verbal

Por Dulce Trejo.- A lo largo de mi vida escolar he tenido diferentes tipos de compañeros, lo que no es raro; ya que al llegar a la universidad hemos pasado por lo menos por 5 escuelas o zonas escolares en donde te etiquetan con alguna cualidad o “defecto”.

Pero realmente esto solo es la raíz de un problema que debe acabar y mejorar con ello las generaciones de los nuevos ciudadanos de nuestro mundo.

Cuando yo era pequeña, alrededor de los 5 años egrese con excelencia  del kínder y esto sin decir una sola palabra dentro de estancia. Me llamaban tranquilina y la palabra surgió efecto en mí, aunque no de la manera de yo esperaba ya que me persiguió  hasta mis últimos años del instituto.

Durante mi periodo en la primaria o “elementary school” comenzó una serie de palabras y pensamientos que no aceptaba y que conforme nuestro léxico crecía los insultos hacia algo que creía que me definía ahora me perseguía y condenaba a un desprecio por mis compañeros, solo por ser aplicada en la escuela. Y ojala esto hubiera acabado solo en esta etapa hasta que llegue a la preparatoria donde rompí el llanto por dentro. Mi sentir era de desprecio hacia mí, me ponía en encrucijada entre tener “amigos” o ser una buena estudiante en clase.

Aunque me escondí siempre bajo el disfraz o personalidad de que no me importaba y que tenía bastantes amigos. Solo pude liberarme de esto al llegar a la universidad.

Me di cuenta del gran poder que tenían las palabras y pensamientos colectivos de las personas hacia  en especial y como se modificaba tanto mi actitud de que me convencía de que tenía que cambiarme a mí para poder agradarles a los demás y ser una mejor estudiante.

Al final de todo el momento de la verdad fue cando acepte esa parte de mí, esa parte que me impulsaba a sacar mejores notas y aplicarme para seguir aprendiendo lo que me gustaba. Sorprendentemente ahora ya no tengo esas etiquetas ni mentales ni físicas. Ahora cuento con más amigos que antes. Amigos que muestran su apoyo cuando hay emergencias o cuando solo queremos charlar un rato.

Por eso, ponme atención, deja de negar en ti esa parte, deja de sentirte menos porque te llamen nerd, matado, wiki-something, etc. Respira y reconócete, tu ERES  y lo único que tienes que hacer es dejarte ser, aceptarte tal como eres  porque  eso es lo que en verdad te hará seguir aprendiendo de ti y de cada una de las personas a tu alrededor. Solo tu tienes el poder de encasillarte en una sola etiqueta y darles el poder a los demás para que lo repitan, porque si tú lo crees ellos lo afirmaran cada vez y Tú no eres solo eso. Eres más, mucho más. Y tienes mucho por compartir al mundo.

No te detengas por nada, por alguien  o por tus mismos pensamientos limitantes que solemos tener.

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