El pasado martes, el parlamento escocés aprobó una nueva ley que definen como “una política importante para mujeres y niñas”: el país ofrecerá tampones y toallas higiénicas gratis en todas sus instalaciones públicas.
En Escocia se estima que, un 20% de las mujeres, viven en relativa pobreza. Además, una encuesta realizada en el Reino Unido revela que, 1 de cada 10 niñas, no pueden pagar los productos necesarios para sus periodos de menstruación, teniendo en cuenta que son exageradamente caros. Por estos y otros motivos obvios, la determinación ha sido elogiada por varios grupos defensores de la igualdad y los derechos de la mujer.
La primera ministra Nicola Sturgeon, así como la proponente de la ley laborista Mónica Lennon, aseguran que ninguna mujer debería preocuparse por no poder cubrir este tipo de necesidades de carácter básico e instan a que este movimiento sea solo el primero de una cadena mundial. “Sentimos orgullo de haber votado a favor de esta innovadora legislación que ampara a mujeres y niñas” trasladan.