Home » Artículos » Estrés colectivo

Estrés colectivo

Por José Antonio Cordero.- Esta mañana una señora comentaba que no estaba durmiendo bien en las últimas semanas y que sentía más cansancio durante el día. Otros comentarios similares se han dado en las últimas semanas.

El estrés colectivo hace mella en todas las personas, sobre todo en aquellas que son sensibles. Estamos viendo que desde el eclipse de agosto han aumentado las catástrofes y las probabilidades de guerras tremenda. Las cosas que estamos viendo por aquí cerca son incomprensibles.

El estrés es altamente contaminante, es muy contagioso. El estrés se nota cuando se entra en una casa donde se discute mucho, en centros de trabajo donde los trabajadores sufren y no disfrutan, más se nota en los hospitales y mucho más en los centros penitenciarios. De estos dos últimos lugares pueden hablar aquellos que trabajan allí. Las estadísticas de bajas laborales son significativas.

Estamos viviendo una época de muchos brotes violentos, pero esto que sucede no es más que una réplica del pasado. La situación actual es una consecuencia del estrés emitido durante muchos años atrás. El karma es ineludible. El problema se agrava cuando a la vuelta del karma violento se genera aún más, esto es muy peligroso porque nos podemos encontrar con situaciones incontrolables y destructivas.

El estrés se recibe, sí, pero es porque antes fue emitido. Somos emisores y receptores de todo lo que emitimos, sea positivo o negativo. Se puede estar 24 horas al día produciendo estrés o bien se podría crear equilibrio, si el sistema nervioso tuviese esa buena cualidad.

Pensar positivamente tiene su efecto en la naturaleza, pero si la positividad es circunstancial o momentánea el efecto será débil e insuficiente. Hacer una propuesta positiva durante unos minutos es fácilmente neutralizable por más de 23 horas diarias de alteraciones nerviosas.

Las plantas que son más sensitivas que nosotros reciben el estrés ambiental y de sus cuidadores, eso se nota en la cosecha y en la calidad del fruto. Las plantas se ‘alegran’ cuando perciben al buen cuidador.

El modo de cultivo influye en las personas, la comida afecta a la salud tanto por su cultivo como en la forma que han sido cocinadas. El estrés a la hora de cocinar da su saborcito. En los días de enfermedad no conviene cocinar, a ser posible que cocine otra persona, o bien tomar frutas comidas de fácil preparación. Peor es comer carnes de animales que han sufrido día tras día, además sufren en las horas previas al percibir el ambiente del matadero (bien llamado) y durante el sacrificio o crimen, como quieran definirlo.

Si queremos vivir mejor es imprescindible dejar de emitir tanto estrés y dejar de promover crímenes y delitos. La promoción se puede hacer de forma directa o indirecta. La forma directa es la ejecutora y la indirecta es la que promueve desde niveles ocultos la ejecución de actos delictivos. En ambos casos el karma vuelve.

El estrés es muy contagioso, pero afortunadamente el Orden perfecto es más contagioso aún. Es más fácil crear una sociedad ordenada que crear desastres, lo que falta por saber cómo crear Orden.

Hace falta que los dueños de cerebros trasmisor/receptor decidan qué tipo de vida desean. Todo está preparado y además desde hace muchos, muchos años.

El estrés no duerme y sigue creciendo, es hora de aplicarle grandes dosis de descanso profundo.

Demasiado estrés está aguantando el sistema nervioso, y somos tan inconscientes que seguimos acumulando estrés, lo peor es que reaccione sin posibilidad de cura.

En un instante se pierde la vida, como también en un instante se puede decidir cambiarla completamente.

También te puede interesar

¿Hacia un futuro de máquinas asesinas?

En un mundo en constante evolución tecnológica, nos encontramos al borde de un dilema ético ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *