Por Jose Antonio Cordero.- Hablar un mismo idioma no es ninguna garantía de entendimiento. Un logro importantísimo de unidad entre naciones europeas es que ya se puede viajar por carretera miles de kilómetros sin pasar por aduanas. Si no se habla un idioma común puede haber falta de entendimiento, pero cuando la falta de entendimiento se da en un hogar el problema sería grave, y más grave aún es cuando se da en una habitación compartida.
Se llega a hablar de una cosa y se puede entender otra. Se pueden tener diferentes opiniones, diferentes formas de ver las cosas, pero cuando más duelen las conversaciones es cuando hay falta de entendimiento. En cada lengua hablar sobre una misma cosa se puede hacer con frases diferentes, con palabras diferentes, en eso la lengua tiene su riqueza, sobre todo la nuestra, es decir, el lenguaje es flexible, pero donde no hay flexibilidad es a la hora de escuchar. La parte en donde rebotan las palabras es en el egoísmo, en los intereses obsesivos, el cerramiento mental es rígido. Todas estas situaciones particulares sufren las consecuencias de un ato nivel de estrés, a mayor estrés mayor rigidez mental, más egoísmo y deseos obsesivos.
Las falta de entendimiento puede venir causada también por tener diferentes instintos, por ejemplo, un perro y gato pueden no entenderse porque tienen un nivel diferentes de instintos, pero si sus corazones están unidos ellos se entenderán.
Los instintos son apetencias personales y son diferentes cuando los sistemas nerviosos son muy diferentes. La sensibilidad cambian según esté el sistema nervioso. Por ejemplo, podemos estar profundamente dormidos y recibir la acaricia de una mano y no la sentimos, esto quiere decir que el sistema nervioso ha colapsado en el descanso y no percibe, de la misma forma se puede estar despierto y tener un alto nivel de estrés y no percibir situaciones, acaricias o buenas voluntades.
Dependemos completamente de cómo funciona el sistema nervioso.
La realidad que cada uno ve es diferente y eso depende del funcionamiento del sistema nervioso. No nos damos cuenta que ligeras alteraciones internas producen desvíos importantes en la forma de pensar y de entender las cosas. Ligeras o grandes modificaciones en el sistema nervioso lleva a tener ligeros o grandes diferencias a nivel de instinto. Por ejemplo, las apetencias a la hora de comer dependen en mucho del sistema nervioso. El estrés llama al estrés, el estrés es atraído por aquello que genera estrés. Alimentos que producen estrés son más consumidos por personas con más estrés.
¿Por qué el egoísmo, el capricho, el deseo e instinto personal promueven falta de entendimiento? La razón es muy sencilla, una lengua puede tener una gran riqueza y expresividad pero la mente que escucha si tiene mucho estrés carece de flexibilidad y aunque en la conversación no falten mil argumentos de respuestas, será difícil encontrar puntos de entendimiento, porque el entendimiento real está muy por encima del nivel del intelecto que es capaz de encontrar todas las palabras, pero no consigue entenderse, porque los intelectos tienen pocos puntos de encuentro y sí muchos puntos de diferencia. Cada consciencia es diferente y por tanto cada intelecto es diferente.
El promotor del entendimiento y el que es capaz de comprender incluso en diferentes lenguas es el lenguaje del corazón, que no necesita muchas palabras para comprender. Cuando la relación es muy pura el lenguaje del corazón no necesita palabras. La mirada habla más que millones de palabras. El corazón tiene el lenguaje más rico, porque es el más sencillo, el más tierno y el más soportador de vida. El lenguaje del corazón une y comprende antes que la frase termine.
La falta de entendimiento llevó a los pueblos a la confrontación, al divorcio, a la mala crianza de los hijos.
La pobreza y la miseria también vienen por falta de entendimiento, falta de comprensión, porque la parte que contiene y amasa mucho no debería bloquear o abusar allí donde hay pocos recursos. El buen entendimiento se caracteriza por un buen fluir entre las partes. Si hay mucha riqueza en un lado y mucha pobreza en el otro es porque no fluye la relación que promueve y eleva a todos.
Una buena relación y un buen entendimiento no quiere decir que todos deberíamos tener un mismo nivel de conciencia, porque hay quienes se han trabajado durante muchos años un alto y sabio nivel de conciencia, esto quiere decir que tienen mayor capacidad de disfrute, y otros están en un proceso de evolución hacia la misma meta. Unas personas pueden estar muy despiertas, mucho tiempo de luz en sus vidas, otras personas pueden estar despertándose poco a poco, pero si el que está despertándose tiene voluntad de apertura el entendimiento cada vez será mayor. Buena voluntad por parte del corazón y el entendimiento llegará, porque el corazón sabe que el tiempo siempre lo tiene en su mano, sabe que lo que no entiende hoy del todo lo entenderá mañana o pasado. Sin embargo para el intelecto el tiempo es su angustia, es ansioso y le gusta clasificar al momento, tener o alcanzar todo rápidamente.
Dos personas intelectuales (no quiere decir sabias) pueden tener una larga relación, quizás de buena conveniencia y tragaderas, pero si no hay un buen entendimiento a nivel de corazón la auténtica felicidad de la unión no llegará.
Es una lástima no disfrutar de lo más bonito, de captar el lenguaje profundo de una mirada amorosa, no se necesita más. La satisfacción llegar al captar, al comprender, al saber.
Aquello que transporta una tierna y amorosa mirada contiene la esencia de todas las lenguas, eso es conciencia pura, y quien sabe recibirlo acuña en su corazón la esencia más valiosa que perdurará para siempre. Esa unión se hará eterna, y aquellos que lo lograron el tiempo no conseguirá separarlos.
El corazón es paciente, el intelecto no lo es y por eso sufre en las separaciones.
Las personas que llegan a un entendimiento total, superior al lenguaje, cuando sus miradas dominan sobre la palabra tienen garantizada la unión eterna. Y aunque los cuerpos caigan unos antes que otros lo esencial seguirá elevado y en continua unión. Y el tiempo no impedirá que los ojos vuelvan a verse.