Noticias Mindalia.- Hoy en día no somos realmente conscientes de las consecuencias que tiene el uso de ciertos productos que para nosotros son ya habituales. Greenpeace alerta de que la utilización del champú sintético está relacionada con la deforestación de zonas verdes del planeta.
De hecho, en los años 70 ya surgió un movimiento llamado ‘no poo’, por su significado en inglés, que reivindicaba el uso de otros productos naturales para la higiene capilar, cuando el uso del champú sintético se convirtió casi en una obligación social.
Greenpeace señala que la extracción de aceite de palma para los champús actuales, provoca la tala de árboles por todo el mundo, así como un grave perjuicio para el medio ambiente y para las especies que viven en esos hábitats, como el tigre de Sumatra o el orangután de Tanjung Puting, en peligro de extinción por la desaparición progresiva de sus entornos.
Además, el ser humano también sufre consecuencias por el uso continuo de este tipo de productos porque afecta a los aceites naturales del cuero cabelludo, obligando al cuerpo a producir el doble, de forma que para acabar con ese exceso, se vuelve a necesitar el uso de champús especiales, creando un gran círculo vicioso.
Un ejemplo de los efectos del champú sintético viene recogido en el libro de Lucy Aitken Read titulado ‘In Happy Hair: The Definitive Guide to Giving Up Shampoo (Con un cabello feliz: la guía definitiva para renunciar al shampoo), en el que explica los resultados que obtiene al no utilizar champú durante dos años.
Una opción alternativa a los champús es el uso de productos como el bicarbonato o el vinagre. En una jarra de agua se echan dos cucharadas de bicarbonato de sodio y se enjuaga el cabello con el resultado. A continuación, se hace la misma operación echando dos cucharadas de vinagre de manzana en el agua, y así obtendremos gran brillo y fuerza en el cabello.