Desde hace décadas, las reservas de petróleo de Groenlandia han estado en pleno auge. Debido a su deseo de convertirse en una isla económicamente independiente, poseen una reserva de más de 17.500 millones de barriles petroleros, lo cual implica un importante y negativo impacto ambiental.
Afortunadamente y tras las constantes manifestaciones de individuos y colectivos por la salud del planeta, el territorio ha decidido tomarse en serio la crisis climática y suspender la búsqueda de petróleo de forma definitiva.
“De ahora en adelante, preferimos mantenernos del lado de la naturaleza. Apostaremos por las energías renovables, dejando de lado el interés monetario. Gracias a esta industria se han destruido grandes extensiones de ecosistemas y hemos contaminado los mares hasta lo preocupante. Por eso, esperamos que la decisión sirva de ejemplo a otras comunidades” alega el ministro de recursos naturales.
Groenlandia perdió aproximadamente un millón de toneladas de hielo por minuto en el año 2020, con drásticos cambios en sus bellos paisajes. Ahora, han decidido reordenar sus prioridades.